Tras el pitazo final del árbitro Julio Bascuñán, en el estadio Monumental todo fue alegría. Es que tras el agónico gol de Javier Parraguez para la victoria de Colo Colo por 2-1 ante Universidad Católica y que le permitió al Cacique aumentar su ventaja a cinco puntos con los Cruzados, los festejos no se hicieron esperar.
En las gradas, los 30 mil hinchas cantaban el himno de Colo Colo y en la cancha los jugadores festejaron alocadamente. Justamente, uno de ellos fue Iván Morales, quien se fundió en un fuerte abrazo con el entrenador Gustavo Quinteros, a quien incluso, tiró al césped David Arellano.
El delantero junto al técnico estuvieron un largo rato abrazados en el gramado del Monumental y Quinteros se llevó un cariñito especial del defensa argentino, Emiliano Amor, quien le pegó una patada en el traste al DT.
Una jornada de festejo y emociones que dejaron a Colo Colo cada vez más cerca de la conquista de la estrella 33 donde este domingo, dieron un importante paso al vencer a su escolta.
Ahora Colo Colo debe concentrarse en lo que será su próximo compromiso donde será visitante ante Audax Italiano en Rancagua.