La historia de los partidos entre Colo Colo y Universidad de Chile es conocida. Los azules no han podido doblegar al Cacique desde el año 2013 y, encima, en el Estadio Monumental no saben de victorias desde al 2001, dejando para la historia una gran cantidad de encuentros donde los Albos se hicieron fuertes.

Uno de ellos ocurrió el 5 de octubre de 2008. El Popular recibía a los universitarios no sin problemas, ya que algunos jugadores habían acusado algunos malestares estomacales en la previa del compromiso. Uno de ellos fue Lucas Barrios, el delantero que era figura en el equipo de Marcelo Barticciotto no se sentía bien y tuvo algunos episodios de vómitos durante el cotejo.

Así, en diálogo exclusivo con Dale Albo, la Pantera contó detalles de ese día y reveló algunos aspectos importantes, sobre todo, del tremendo golazo que convirtió luego de salir de la cancha para vomitar. Barrios convirtió los dos goles de la tarde y siguió su amor con la hinchada colocolina.

“Ese día lo estaba pasando mal, muchos decían que estaba con la caña (ríe). Había comido algo malo el día anterior y antes del partido me sentía algo extraño, como que se me venía el vómito en cualquier momento. Entro al primer tiempo y tengo la posibilidad de marcar, hice el primer gol en ese partido, pero lo estaba pasando mal”, comenzó diciendo.

“En el entretiempo había ido al baño solo, porque si el doctor me veía así me iba a sacar. Entonces decía que no podía salir ese partido, quería hacer otro gol, sabía que me iba a quedar otra. Después empecé a vomitar en el campo y ahí en cualquier momento me sacaban. Me mandan a un costado y los rivales me puteaban porque según ellos estaba haciendo tiempo, hasta que vomité al lado de ellos y me creyeron. Salgo y cuando entro, me quedo en la orilla y Mingo me da el pase para hacer ese gol que fue increíble. Cada vez que lo veo digo ‘¡qué golazo!’ Arrancar de tan atrás y en las condiciones que estaba. Lo vi muchas veces y sé que la gente se identifica mucho con ese gol y lo voy a disfrutar y recordar toda la vida”, complementó.

Para finalizar, reconoció que “ese día no sé de donde saqué fuerzas, si digo algo estaría mintiendo. El de arriba me estaba preparando para ese gol. Fue raro, porque estaba muy débil, no solo había vomitado en el campo, sino que en el entretiempo igual y para mí fue importante convertir esos goles porque la gente, ya con esos goles, me ratificó todo ese cariño que me brindaba. Siempre estaré agradecido por cómo me trató el Monumental”.