Colo Colo enfrentó a Pachucael 13 de diciembre de 2006 por la final vuelta de la Copa Sudamericana. El pueblo albo estaba entusiasmado con conseguir el segundo trofeo en importancia del cono sur, pero no pudo ser. Derrota 2-1, tras terminar 1-0 en ventaja en el descanso.
Hernán Torres, preparador físico, quefue parte del cuerpo técnico de Claudio Borghi recordó el golpe en conversación con DaleAlbo Radio y cómo sentían el fútbol en ese momento en todo el staff.
“Él (Borghi) definitivamente tenía una propuesta que iba a atacar. Si le hacíancuatro goles, quería hacer seis. Probablemente en una final de esas características, ganando 1-0 el primer tiempo, cualquier otro cuerpo técnico, hubiese dicho ‘hagamos dos líneas de cinco, aguantemos el resultado, y dejamos al Alexis(Sánchez)con el Chupete (Suazo) arriba, uno de los dos y jugamos en la contra y aguantamos el resultado’. Después Damián Álvarez un jugador muy rápido, se encontró con mucho espacio, nos hizo mucho daño físicamente”, dijo.
LA CHARLA
En el entretiempo, Claudio Borghi llamó a su cuerpo técnico para discutir un cambio de planteo, ya que estaban ganando 1-0 con gol de Humberto Suazo:“Ocurre un fenómeno súper importante. En el entretiempo Claudio nos junta a todos, estaba el Rambo(Ramírez), (Cristián)Saavedra, yo, él. Dijo ‘ ¿Quéhacemos? ¿Morimos con la nuestra o planteamos otra figura? Todos nos miramos como diciendo ‘llegamos aquí con esta forma y morimos con esa'”.
“A lo mejor si en ese momento alguien hubiese dicho ‘Claudio espérate un poco, estás a puertas de ganar en la Copa Sudamericana. Vas a estar en la historia. Planteamos esta forma de jugar’, pero él no lo sentía así. Nadie te dice que traicionándola, perdías igual. Uno lo nunca sabe, juega un poco con la incertidumbre”.
Además aseguró que sacó lecciones: “Aprendí con el tiempo, que no hay un tipo de liderazgo. Los grandes conductores y transformadores de los equipos ocupan los tipos de liderazgo: autoritario, afiliativo, democrático. Así como el cebrero tiene una plasticidad, el fútbol tiene una plasticidad para ir acomodando”.
“Hay gente quesu convicción y forma no la comparte, gente que la cambia por el rival y gente que va variando durante el partido. Es dependiendo cómo uno lo va instaurando en el proceso. Ahí eso tiene que ver por cómo los técnicos lo ven. A Claudio le había dado tanta consecuencia desde el resultado todo lo que se había hecho. Después de esa final, se juega otra final y la ganamos. En esa milésima, que tienes toda la presión el espectáculo y show que genera una final de Copa Sudamericana”.
“La gente que estaba en el sector que daba hacía cordillera era una foto, la gente no se movía. Yo decía ‘la CTM, cómo podíamos perder esta final’. Nunca más vi esa final.Me quedé con una sensación un poco traumática, no pude dormir. Después con el tiempo -voy a cumplir 20 años en Primera División como PF- unollega a esa conclusión si ese tiempo nos pillaba con más expertiz y latigazos en la espalda. Son momentos situaciones que pasan a tanta velocidad, que de repente es difícilexplicarla cuando lo ves de afuera con un tiempo más de racionalidaddices’pero cómo’,estando en ese momento es complicado”, concluyó.