Una tarde llena de emociones fue la que se vivió en el Estadio Monumental. Ante 40 mil espectadores, Esteban Paredes tuvo su adiós definitivo del fútbol profesional, en un mega evento que reunió a muchos de sus ex compañeros y amigos, además de un amistoso de primer nivel entre Colo Colo y Colón de Santa Fe.

Mucho se especuló durante la semana sobre una posible titularidad del Tanque en el elenco de Gustavo Quinteros. Sin embargo, el DT se tomó muy en serio el compromiso y alineó a una novedosa, pero estelar formación ante los trasandinos en la que, además, contemplaba el regreso de Maximiliano Falcón a la titularidad.

El adiós de Esteban Paredes con la camiseta de Colo Colo

Todo giraba en torno al ídolo del Cacique. El goleador tenía guardada su camiseta número 7 y un puesto asegurado en la banca de suplentes. Así, en el minuto 78, y cuando el marcador estaba 2 a 0 favorable a los nacionales, hizo su ingreso al campo de juego, desatando una ovación estruendosa en la comuna de Macul al reemplazar a Damián Pizarro.

Por supuesto, la jineta fue a parar al brazo del histórico Capitán que, de inmediato, se posicionó donde el más sabe, en el centro del ataque. Y en los minutos que estuvo en cancha, el ídolo del Cacique mostró parte de su repertorio para pivotear e, incluso, tener un gol prácticamente en área chica, pero que el arquero argentino se encargó de ahogar.

Árbitro, no pites el final que Paredes se nos va

Con tres minutos de adición, los hinchas de Colo Colo esperaban que transcurrieran lo más lento posible. El Eterno Goleador estaba viviendo sus últimos momentos como jugador de fútbol profesional y cumplía uno de sus sueños al despedirse con la camiseta del equipo de sus amores, en un Estadio Monumental repleto.

La Ruca se vino abajo una vez que el juez Felipe González pitó el final del compromiso. La leyenda del Eterno Campeón se dedicó a recibir los abrazos de los jugadores en cancha. Así, toda la atención se volcó al centro del campo de juego donde se preparaba un homenaje al goleador histórico del fútbol chileno.

“No se va, no se va, Paredes no se va”

Entre los cánticos de la hinchada y un Paredes visiblemente emocionado, el Tanque ingresó al terreno de juego nuevamente para recibir el último gran aplauso de los fanáticos. En conjunto con sus hijos, el otrora goleador, agradeció a su “familia, mis hijos, mis amigos por el cariño, por la gratitud que me han entregado, ha sido algo muy lindo y hermoso que voy a recordar por siempre. A la hinchada, la verdad es que me emociono al ver un estadio que me cante. Estoy muy emocionado, gracias totales al club por abrirme las puertas, al cuerpo técnico, utileros, masajistas, kinesiólogos y a todos los que trabajan acá. Gracias por esta linda fiesta”, fueron las palabras de un Esteban Paredes que, al borde del llanto, entonó el último C-H-I como jugador de fútbol profesional.

“Hoy entregaré un legado a las generaciones que vienen por encima. Le voy a entregar la jineta a las siguientes generaciones para que sean ídolos”. En ese momento, desde las sub 17, hasta las sub 11 recibieron el brazalete de capitán en manos del mismísimo Esteban Paredes, en un momento que atesorarán por el resto de sus vidas.

Hasta siempre, Capitán

En una instancia llena de simbolismos, el ex Visogol dio una vuelta olímpica para agradecer a todos los forofos que repletaron el coloso de Macul, poniendo fin a una historia en la que convirtió 367 goles, los cuales, 198 fueron con la camiseta de Colo Colo. Gracias por tanto, eterno Capitán, los Albos y Albas, jamás te olvidarán.

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