CDF estrenó durante este viernes el tercer capítulo de su programa de narrativa documental, Memorabiblia. El espacio aborda distintas historias ligadas al fútbol, y que tuvo como protagonista a Colo Colo, en su camino para ser Campeón de América en 1991, como también otras temáticas relacionadas a la polémica terminación y reinaguración del Estadio Monumental, con inéditas historias que salen al presente en este programa

Una de ellas tiene como protagonista a Marcelo Pablo Barticciotto. El ídolo de Colo Colo reveló en Memorabiblia que su carrera pudo tomar un rumbo distinto al que todos conocemos, y nada más que en la Universidad de Chile dirigida por Manuel Pellegrini.

“Había jugado poco en Huracán, empecé a los 19 años (...) Habían salido tres posibilidades para venir a Chile: Everton, la U y la última, que fue Colo Colo, que fue por intermedio de Jorge Ghiso, quien había jugado en la U con Arturo Salah y Manuel Pellegrini. A los dos les dijo que había un chico, que jugaba bien, que tenía condiciones, etc. Manuel (Pellegrini) le dijo que no, primero, en la U, y después Salah comentó que había posibilidades, por el traspaso de Rubio a Europa”, señaló Barticciotto en Memorabiblia de CDF.

Además, Barti detalla que "lo terminaron vendiendo al Pájaro y me terminan comprando. Cuando me entero en cuánto lo vendieron y en cuánto me compraron, dije: ‘espero que no empiece el campeonato, porque me van a comparar con él. Y si me comparan con el precio, me matan’”.

Era como el hermano chico de Daniel Morón

Y es que uno que acompañó de cerca a Barti tras su arribo a Chile, y a Colo Colo, fue Daniel Morón. El mítico arquero del Cacique definió a su compatriota como "un hijo más". “Lo aguachamos nosotros, vivíamos en el mismo edificio, viajábamos juntos, aprendió a manejar conmigo (...) Era un hijo más el w#*n. Se notaba que necesitaba cariño”, contó en el espacio de narrativa documental.

Además, el exdelantero complementó que era "como el hermano chico" de Morón, y revela una anécdota entre ambos cuando compró un auto. 

"Un día le digo que tengo que comprarme un auto, pero que no sé manejar (...) Me compro un auto y Daniel me enseña a manejar, primero por el barrio y después un día me dice ‘vamos, suéltate y vamos a entrenar’. Lo agarro, bien, llegamos bien y en el estacionamiento le pido que lo estacione él. Me responde que no sea c*#&n y que lo estacione. Parto bien, doblo y de pronto erro el volante. Choqué a otro auto y le rompí todos los focos, tuve que pagar después”, relató, entre risas acerca de esta anécdota.

El capítulo 3 de Memorabiblia está disponible en las plataformas digitales de CDF como en Estadio CDF.