La agresión que sufrió Marcelo Barticciotto en el Monumental, la escandalosa desaparición de las 3.000 entradas para el clásico del 2010 en el Nacional, el robo de la recaudación que sufrió el estadio, la irrupción de los hinchas en camarines tras el último clásico en Pedreros, la invasión a la cancha el pasado 1 de mayo y finalmente, su estrecha relación con la barra, le costaron la salida al jefe de seguridad de Blanco y Negro, Osvaldo Jara.
El ex uniformado fue cesado ayer de sus funciones, las que desempeñó por cinco años, cuando llegó contratado por Gabriel Ruiz-Tagle tras ser dado de baja de Carabineros por abusos en contra de alumnas de un liceo en medio de manifestaciones “pingüinas”.
“Hay algunas personas cuya evaluación aun no termina. Hay algunas personas cuya evaluación terminó y siguen, y otras cuya evaluación terminó y no siguen. El señor Osvaldo Jara es una de las personas cuya evaluación terminó y se determinó que ya cumplió un ciclo y no seguirá con nosotros”, confirmó a El Mercurio el presidente de Blanco y Negro, Carlos Tapia.
Uno que sigue en evaluación es el gerente general de Blanco y Negro, Álvaro Romero, cuya continuidad genera divisiones en el interior del directorio.
El reemplazante de Jara no está definido, pero según palabras del propio Tapia, “de preferencia será alguien ligado a Carabineros o a Investigaciones”.