Mario Salas parece estar viviendo hora claves como entrenador de Colo Colo. El Comandante arrastra una mala racha de tres partidos en fila perdiendo, donde además se destaca un nivel de juego bajísimo en sus dirigidos y hasta divisiones en la interna del Cacique.

 

 

El entrenador se enfrentará a una situación complicada, ya que son pocos los que han podido salir de los malos resultados para poder quedarse de forma definitiva con el buzo de estratega en el Monumental.

En la última década solo dos pudieron hacerlo, los dos argentinos y con varias esperanzas puestas en su trabajo: Hugo Tocalli y Pablo Guede.

Tocalli en el 2009 durante el Clausura llegó con apenas tres triunfos a la fecha 12 del certamen. Colo Colo por ese entonces pagaba además los pecados del Apertura de ese año, donde incluso llegó a coquetear con los puestos del descenso por los malos resultados de don Hugo.

El argentino tenía el agua hasta el cuello, sobre todo cuando al terminar el primer tiempo ante Ñublense en esa jornada caía por 1-0. Afortunadamente para él Ezequiel Miralles jugó unos de sus mejores partidos con la camiseta alba, anotando tres goles para sellar el triunfo de 3-1.

Con esa victoria sobre el cuadro de Chillán y cuatro más seguidos (incluido el superclásico ante la U una fecha más tarde) el Cacique se ubicó en puestos de playoffs y no paró su tranco ganador hasta ganar el título, terminado un semestre que comenzó para el olvido de la mejor manera posible.

Hugo Tocalli continuaría por seis meses en el cargo, sellando su despedida a mediados del 2010 tras quedar eliminado de la Copa Libertadores en la fase de grupos, pero dejando al equipo puntero en el torneo local, certamen que lamentablemente se perdería de forma increíble con Diego Gagna en la banca ante la UC tras tener siete puntos de ventaja en la cima.

El segundo fue Pablo Guede, quien tuvo que sortear varios momentos malos como entrenador del Cacique en sus casi dos años en el Monumental.

El primero fue su discreto comienzo en el torneo local del Apertura 2016, donde llegó a la fecha 8 del certamen a jugar ante la Universidad de Chile con apenas un triunfo, tres derrotas y tres empates.

Tras vencer a la U el argentino logró mejorar un poco su rendimiento, perdiendo solamente un partido más hasta el final de ese torneo (terminó quinto con 23 puntos a ocho unidades del campeón UC) y ganando la Copa Chile de ese año.

En el 2017 tuvo las mismas complicaciones, quedando eliminado tempranamente de la Copa Libertadores ante Botafogo y perdiendo de forma increíble el torneo Clausura ante la U. Sin embargo, en la segunda mitad del año logró quedarse con el título del Transición, todo para terminar renunciando meses después en el 2018 tras la llegada de Gabriel Ruiz-Tagle como presidente de Blanco y Negro.

Sin duda que es una situación delicada para Mario Salas, sobre todo considerando los pocos “experimentos” exitosos que se han visto en los últimos años con entrenadores que llegan al punto de ser cuestionados en el cargo por lo malos resultados. ¿Podrá dar vuelta la situación el Comandante?