Más de una hora dialogó con los medios de comunicación el presidente ejecutivo de Blanco y Negro, Arturo Salah Cassani, donde repasó diversos puntos de su gestión, de errores del pasado y de lo que se viene.
Empezando, aclaró que “lo que se me pidió es parar la inestabilidad. Eso se obtiene con planteamientos de juego que se dominan, se maneja y no cuando se rota de manera intensa en eso. Cuando pasa, se hipoteca el club porque se debe empezar de cero cada vez. Una de mis obligaciones será mantener un hilo conductor. Será difícil, porque la irracionalidad en la que está la profesión de entrenador hace que dure cada vez menos. Ojalá podamos tener un DT por el mayor tiempo posible”.
En el mismo tono, deslizó la primera crítica a cómo se han venido manejando las cosas en el Monumental. “Llegué con la responsabilidad de tomar decisiones con criterios técnicos en beneficio del club, del crecimiento de Colo Colo y evitar todo este tipo de eventos irregulares que se han dado producto del desconocimiento, falta de liderazgo, de organización, de estructura y se me encomendó esa labor, donde cada uno cumpla su rol. Si bien los resultados es lo más importante, lo primero es la calidad del trabajo. Si yo me preocupo que eso mejore en todos los estamentos, la institución llegará a buen puerto. En el entrenamiento, en lo administrativo, el respeto en los roles y todo es influirá”, sentenció.
Y luego habló de lo que se viene. “Los tres pilares del proyecto que espero liderar son el primer equipo, los fichajes; el fútbol base, formativo, la metodología y el tercero es la estructura apropiada para que los dos primeros se desarrollen de buena forma. Eso necesita de profesionales idóneos que poco a poco trataremos de imponer. Se ha dado un desequilibrio o desaprovechamiento de muchos recursos importantes. Hay un costo muy alto. Los cambios dejan jugadores, se van entrenadores y se hipoteca el club. Es lo que quiero evitar en el corto y mediano plazo con mi presencia y asesoría permanente”, dejó en claro.
EL FUTURO DT Y LA CONFORMACIÓN DEL PLANTEL
El ahora mandamás de la concesionaria tiene claro que “el técnico es prioridad. No creo en un perfil de entrenador. Creo más en el del jugador. Un DT debe dominar todos los sistemas tácticos, el desarrollo, los entrenamientos y estar preparado para cualquier circunstancia. Hay carátulas de defensivo y ofensivo, está de moda eso y los entrenadores tienen mucho temor a ser catalogados como lo primero. El adiestrador debe dominar todas las variantes del juego”.
¿Cómo se logra parar con la rotativa? “Hay que estar convencido. En la memoria tengo que los procesos exitosos del fútbol chileno es cuando se mantiene una directriz en lo que se hace aunque la contingencia diga lo contrario. Me tocó a mí, a Ignacio Prieto en Católica, en la Selección cuando se mantienen políticas deportivas. Pero sé que es difícil y hoy más aún, hay desesperación por ganar mañana todo. Es difícil pedirle paciencia al hincha pero ojalá se de. Dar un nombre entorpece una gestión delicada, de tipo personal, laboral y económica. El técnico es una decisión difícil y relevante”, espetó.
De paso, apuntó a los principales protagonistas: “La camiseta de Colo Colo tiene peso, es importante. El jugador que venga debe tener la capacidad de absorber eso y lograr lo que todos queremos. No deben ser sólo “buenos para la pelota”, tienen que tener condiciones que los hagan merecedores de defender el equipo más popular del país. Es odioso dar nombres propios, pero hay miles de ejemplos de jugadores que un club son estrellas y llegan a otro y no se sabe cómo están ahí. En eso puedo cooperar”, disparó.
Aunque también sabe que las arcas no están, precisamente, muy llenas. “Hay que ver varias aristas, está lo económico. Hay inversión ociosa, inutilizada y hay que optimizar recursos, hacer un plantel homogéneo. Hay una situación anómala con 35 o 40 jugadores profesionales. En economía los recursos son más escasos que las necesidades, pero hay conciencia, tenemos que hacer un buen equipo que compita bien internacionalmente. Así, tendremos que liberar recursos por un lado y generar por otro para hacer una caja. Pocos se preocupan de la capacidad de planificación y conducción al elegir un DT. Y siempre se termina decidiendo por uno de moda, por el amiguismo, porque se lleva bien con la prensa. Pocas veces se elige al fijarse en esta estructura”, reflexionó.
EL “ESTILO SALAH”, LA AGRESIÓN A VÍCTOR GÓMEZ Y SU HIJO
El tema del encontrón de un periodista de Chilevisión con el jefe de seguridad, Christian Reyne, también fue materia de análisis.
“Pretendo evitar incidentes enojosos como ese y para ello estoy trabajando desde ya en un plan para que cosas así no vuelvan a ocurrir. No haré declaraciones después de los partidos, no me corresponde, los protagonistas del día domingo son los jugadores y los técnicos. Hablaré con la prensa pero veremos con qué periodicidad. Haré énfasis en que eso se respete por bien de los medios y por nuestro trabajo. Nadie quiso que ocurriera algo así. En el camino vi forcejeos por una estrechez en el tumulto. No me parece que haya que correr uno detrás de otro ni empujándose. De todas formas, estamos haciendo una investigación interna. Sabemos que nuestro funcionario puede hacer sus descargos. Tenemos que darlo por superado”, comentó.
Hincando el diente ya en su forma, reveló que “cada club tiene su idiosincrasia y Colo Colo debe jugar a lo que quiere hacer y no a lo que el rival lo deje. Así me gustaría que fuera recordado el equipo de mi era. Es muy general lo que menciono, fácil decirlo pero difícil de lograrlo. Y para llegar a eso tiene todo que ver con la calidad del trabajo del club en general, de excelencia. Eso hará llegar los resultados”.
Finalmente, aclaró una foto que se tomó en el palco de Blanco y Negro. “No era mi hijo el que aparece. Él estaba mi lado y no estaba con camiseta de la U, estaba de civil. Era otro muchacho, un amigo de alguien. Lo desmiento. En mi casa están todos volcados a lo que hace el padre. Pero son detalles que debemos cuidar y a eso apunto con la calidad integral del trabajo”, concluyó.