Carlos Tapia, presidente de Blanco y Negro, fue el primero en hablar en un camarín abatido por la vergüenza.
El timonel de la concesionaria comentó que “caímos ante un gran rival, fuimos superados en todas las líneas. La verdad sea dicha, pasan por un momento notable. Nuestros jugadores están golpeados, pero tendrán que saber superar este momento. El más difícil. No tengo memoria de una derrota tan aplastante”.
Y luego prosiguió diciendo que “quiero pedirle disculpas al pueblo colocolino, a esta gente sufrida que nos acompaña en las buenas y en las malas. Hay que dárselas. Desde esta misma noche redoblaremos esfuerzos para que este momento tan amargo y triste pueda ser superado. Esto no se saca con palabras, todos deberán hacer doble y triple jornada. La derrota se vende cara, en forma soberbia, en forma viril. Hoy no están las características del pueblo colocolino expresadas”.
¿Faltó actitud? Fue la única pregunta que se escuchó. “Las conclusiones sáquenla ustedes”, dijo para luego retirarse.