Luciano Arriagada, Vicente Pizarro, Alexander Oroz y Joan Cruz no tenían más de cinco años cuando Matías Fernández deleitaba a toda América en la Copa Sudamericana 2006 con sus rabonas, tiros libres y enganches.

En su llegada a Colo Colo, el mediocampista acaparó todas las cámaras y flashes. Fernández volvía al club que lo formó, tras partir como la venta más cara al Villarreal de España por 9 millones de dólares. Su gran nivel en el Cacique lo llevó a ser un ídolo transversal de todos los colocolinos menores de 25 años, incluidos los jugadores que hacen sus primeras armas en el profesionalismo.

Fernández con toda su trayectoria en Europa, se acercó a los jovenes integrados por Mario Salas a la pretemporada. El 14 muestra simpatía y trata de quitarles la timidez ante las figuras del primer equipo.

En la Noche Alba, Matías se sentó al lado de Joan y cuando el mediocampista remató al palo, se rio de lo chocho que estaba. Arriagada, Pizarro, Oroz y Cruz acompañaron al plantel en la semifinal y final de Copa Chile. En el festejo en cancha se les vio tímidos compartiendo entre ellos. Matías detectó que estaban apartados y los estuvo constantemente llamando para que se tomaran fotos y disfrutaran el momento con él y los demás integrantes del plantel. 

Javier Parraguez pidió una foto con Leonardo Valencia y Matías Fernández. Ahí el 14 llamó a Arriagada, Pizarro y Oroz: "Ya cabros, pero vengan, vengan".

Fernández siempre les está conversando en los entrenamientos, cuando hacen el trabajo de calentamiento y en la banca. El 14 replica la labor que tuvieron los más grandes, en la época que él era ese joven tímido y lleno de condiciones. 

"Entrenar con él ha sido super bonito, es un sueño cumplido. Me ha contado muchas cosas de lo que hizo en Europa, me pide que adentro de la cancha demuestre lo que soy", dijo Joan Cruz en conversación con DaleAlbo. 

"Era un sueño el poder estar con mis ídolos en la cancha, que son el Mati y Paredes", confesó Luci Arriagada tras la Noche Alba

Las jovenes promesas de Colo Colo tienen un ídolo y referente, cercano, un buen ejemplo profesional para que puedan guiar su carrera y cumplir sus objetivos personales y grupales en el Cacique. Fernández no sólo vino a aportar en cancha, también quiere sembrar fuera de ella, en el día a día del recambio que tiene el más grande.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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