Generalmente, Arturo Vidal es un tipo que se detiene a dar declaraciones gane o pierda. Pero lo que pasó en Anfield Road entre Liverpool y Barcelona lo dejó mal. Y no es para menos.

El King venía siendo de lo poco rescatable en un equipo que hacía agua por todos lados y Ernesto Valverde decidió cambiarlo por Arthur. El nacido en Colo Colo tiró una pelota de mala gana al piso e hizo saber su malestar, pese a que fue ovacionado.

Tras ello, vino el cuarto gol de los Reds y se consumó la catástrofe blaugrana. Vidal se fue al vestuario y salió de ahí con una cara larguísima y sin querer hablar con nadie.

Entendible actitud del crack, que vio cómo de manera increíble debe postergar un año más su gran sueño de ganar la Champions. Ya se le dará, King.