Esteban Paredes está viviendo una turbulenta última etapa como jugador profesional, luchando por mantener la categoría y evitar un descenso histórico para Colo Colo, todo en medio de sus 40 años y de las lesiones que no le han permitido rendir a plenitud.

Lamentablemente el escenario está lejos de ser el ideal para el nacido en Cerro Navia, quien tiene como desafío personal romper el récord de Carlos Caszely como goleador histórico del Cacique con 208 tantos. El ex Santiago Morning está a solo 10 goles de esta notable proeza.

Sin embargo, el ambiente actual que se vive en el Monumental no acompaña a lo que debería ser este tipo de hitos para Paredes, no solo por esta angustiante lucha por el descenso, sino que también por la supuesta soledad que está viviendo al interior del camarín albo.

Según consignó en esta jornada el sitio RedGol, el capitán del Cacique ya no es parte de ninguno de los grupos que hasta hace algunos años destacan en el plantel. Se afirma que el 7 albo sigue yendo al Monumental, pero solo se le ve en el gimnasio y en la oficina médica, sin ser parte de ninguna tropa en lo que se menciona ser “un camarín fracturado”.

“No forma parte de grupos desde que se fueron Esteban Pavez y Claudio Baeza y mira desde lejos las claras divisiones al interior del equipo”, consignó el medio, además de mencionar que “hoy se ve cercano especialmente con Óscar Opazo y su gran amigo, el kinesiólogo Wilson Ferrada, pero la mano de El Tanque ya no es la de antes”.

“No es que haya mala onda, pero se ha perdido la mística”, señalaron desde el Monumental, donde se han hecho cada vez más notorios los diferentes grupos: argentinos (el lesionado Matías Zaldivia, Juan Manuel Insaurralde y además de Carlos Carmona), los religiosos (Julio Barroso, Matías Fernández, Ronald de La Fuente y algunos más jóvenes) y aquéllos con pasado en Palestino (Brayan Véjar, Felipe Campos y Darío Melo).

La contingencia de la pandemia tampoco ha ayudado mucho a la hora de armar y afianzar los grupos, ya que solo hay tiempo para reunirse en el Monumental a entrenar nada más. La gran cantidad de lesionados también ha sido un factor en esta pasada.

Esta es otra arista de la crisis alba que ha tenido que sortear Gustavo Quinteros, donde lamentablemente la dirigencia de Blanco y Negro ha sido de poco y nada de ayuda, con Aníbal Mosa, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Espina como figuras separadas del plantel.

Habrá que ver si esta curiosa situación no pasará la cuenta al finalizar esta temporada, donde todos esperamos ver por lo menos a Colo Colo mantenerse en la Primera División.