Gustavo Quinteros es el flamante nuevo entrenador de Colo Colo tras la reunión extraordinaria de esta mañana en Blanco y Negro, donde fue elegido de forma unánime por todo el directorio de la confeccionaría que controla los destinos del Cacique.

El ex entrenador de Universidad Católica era el principal candidato de Marcelo Espina, quien esta jornada presentó un trio de opciones para el cargo de DT, donde además de Quinteros destacaba la presencia de los argentinos Gabriel Heinze y Matías Almeyda.

La última experiencia de Gustavo Quinteros se produjo en el Xolos de Tijuana de México, donde lamentablemente no pudo repetir los éxitos obtenidos en la precordillera en el 2019. Con los cruzados logró el Campeonato Nacional (sellando el bicampeonato) y la Supercopa 2019

Para hacerse una idea de lo que podríamos ver en Colo Colo bajo la mano técnica de Quinteros, vale decir que su esquema favorito es el de 4-3-3, sin un “10 clásico”, pero con la elaboración de juego como principal arma y sin ser tan directo en el ataque. El ex UC desecha el pelotazo (algo tan visto en el Monumental en los últimos meses), privilegiando el avance a campo contrario con la pelota a ras de piso.

A pesar de este gusto por el esquema de 4-3-3, no se cierra a jugar en ocasiones con un 4-4-2, donde nuevamente prefiere desechar el puesto de volante creativo, aunque manteniendo la idea del juego más elaborado que directo a la hora de atacar.
 

Si hablamos de la facete defensiva, encontramos un DT que no se vuelve loco en presionar alto para recuperar el balón, ya que opta por la prudencia al armar un ordenamiento en la retaguardia que apunta al achique de espacios y realizar buenas coberturas.

Quinteros, quien será oficializado tras el duelo ante Huachipato de esta tarde, llega con una tremenda presión al tomar este verdadero fierro caliente que representa la banca de Colo Colo, donde los objetivos inmediatos están más que claros: Sacar al equipo del fondo de la tabla de posiciones en el Campeonato Nacional y seguir vivos en la presente Copa Libertadores 2020.