Ángel Carreño publicó una carta, en la cual se refiría a su complicada situación económica, tras un fallido emprendimiento de bebidas en base de mate, junto a su socio, Paulo Garrido, quien desapareció y lo dejó con todas las deudas.
El ex Colo Colo (2004-2005) recurrió a su amigo, Jaime Valdés, para que le ayudara a fabricar el producto en su embotelladora. Sin embargo, el negocio nuevamente fracasó y según su confesión, Pajarito no le echó una mano cuando se lo pidió y nole dio facilidades para recuperar sus máquinas y venderlas, lo que le habría permitido paliar deudas, y no perder su departamento.
En conversación con RedGol ahondó sobre su actual momento yafirmó que la carta no tenía la intención de atacar a Pajarito: “Fue una reflexiónmás que atacar a una persona en particular que, en este caso, fue Jaime Valdés, a quien le tengo un cariño muy grande, al igual que a su familia”.
“Yo me quise desahogar con esta carta. El año 2019 fue el más duro y terrible que he vivido. Por lo mismo, este escrito va con un mensaje a los futbolistas: uno cuando juega fútbolse revienta la búrbuja (se retira) y sale al mundo. Es como salir recién de cuarto medio.Uno no sale con nada y no sabe nada.No sabes lo que es pagar el IVA, qué es una boleta, hacer una fila en un banco, realizar un trámite, uno no sabe nada”,agregó.
Carreño reveló cómo lo afectó la crisis sanitaria mundial:“Este año recibí una devolución de impuestos y fue un dolor gigante, porque recibí 100 mil pesos. Eso me dolió el alma (…)si me ven bien ahora es gracias a mi mamá que me pasó una pieza y yo le aporto con la comida y las cuenta con lo que puedo(…) yo recibía 200 lucas en la radio, pero ahora estoy congelado por no haber futbol.Ahora yo soy indigente, porque no tengo nada. Por suerte tengo a mi mamá, si no viviría en la calle”.
Además explicó el tema del favor que le intentó pedir a Jaime Valdés para recuperar sus máquinas: “Fui dos veces al Estadio Monumental a conversar con él. Las dos veces me recibió y le expliqué que necesitaba su ayuda, perome dijo que su socio no quería y que por eso no me podía ayudar”.
“Valdés me podía ayudar, porque es dueño del 70 por ciento de esa empresa y podía decirme que ahí están las máquinas. Podría haberme ofrecido alguna alternativa, alguna fórmula, pero no hubo ninguna. Por ejemplo: si la máquina costaba 10, que yo pagase cuatro y el resto en 20 mil cuotas, pero no hubo ningún gesto. De igual modo, les pido que no ataquen a Jaime, porque le tengo cariño”, complementó.
“Ahora como comentarista en La Serena pude increpar a Valdés o criticarlo, pero nunca lo hice. Comparado a sus compañeros le exijo más, porque es una superestrella, pero, como he dicho, yo aJaime le tengo cariño y les pido que no lo ataquen”,concluyó.
La carta de Ángel Carreño