Sin lugar a dudas que uno de los hechos que marcó la obtención de la Copa Libertadores de 1991 fue la llave de semifinales ante Boca Juniors, donde Colo Colo logró imponer sus términos en una intensa definición que terminó con una gresca de proporciones en el Estadio Monumental.
Uno que recordó lo que fue esta ronda definitoria ante el Xeneize fue Rubén Espinoza, quien en conversación con DaleAlbo, rememoró las claves para vencer a uno de los grandes favoritos para quedarse con aquella edición y se refirió a la recordada Batalla de Macul que quedó grabada en la historia del certamen.
Rubén Espinoza recuerda la intensa semifinal ante Boca Juniors
En primera instancia, habló del desenlace de la llave y sostuvo que “el partido que jugamos en La Bombonera, a excepción de los primeros 15 minutos, creo que no merecíamos perder, al menos un empate. Y esa sensación de haber perdido por 1 a 0 nos dio tranquilidad, porque siempre el Chano Garrido decía ‘tranquilo que en el Monumental se cocen, nosotros ganamos’, porque ese equipo en el Monumental se hacía muy fuerte”.
Bajo esa misma línea, el polivalente exjugador afirmó que “cuando termina el partido nos abrazamos y los argentinos estaban totalmente extrañados porque estábamos contentos. Sabíamos que el Monumental les íbamos a ganar. No olvidemos que ese año Boca se reforzó para ganar la Libertadores, era un equipo muy poderoso. Y se encontró con un equipo chileno que no aminoró en esfuerzo, no se achicó y futbolísticamente fue un justo ganador, en la cancha fuimos superiores”.
“Y te lo grafico en la confianza que teníamos en un hecho muy importante: cuando hacen el descuento, era para matar a cualquiera, pero había una tranquilidad y confianza en que el resultado se iba a revertir y aparece el gol de Rubén Martínez que nos da el paso a la final. Cuando Boca hace el gol hubo un silencio en el estadio, pero teníamos una tranquilidad y confianza muy grande. No hubo desesperación, todo lo contrario, salimos a atacar al rival y se logró el objetivo. Esa era nuestra confianza”, complementó.
Rememora la Batalla de Macul
Posteriormente, tuvo palabras para aquella pelea en el partido de vuelta e indicó que “el Pato Yáñez fue expulsado a raíz de que Navarro Montoya lo fue a provocar, pero nosotros fuimos a separar. Nos fuimos a un lugar completamente alejado, fuimos meramente espectadores porque no nos involucraba el tema porque teníamos la tarea hecha”.
En ese sentido, Espinoza manifestó que “era obvio que los más perjudicados si entrábamos en lo que buscaba Boca íbamos a ser nosotros. Eso te demuestra de la madurez del plantel, de no entrar en una lucha que a nosotros no nos convenía”.
Para finalizar, se sacó el sombrero con el buen ambiente que había en ese entonces en el Cacique y fue claro en señalar que “siempre resalto el tema grupal y se manifiesta hasta el día de hoy. No solamente fue un equipo de fútbol, sino que fue un equipo de amigos. En un momento pasábamos más entre nosotros que con nuestras propias familias”.