Miguel Pinto: Recibió tres goles, por lo que es imposible decir que redondeó un buen encuentro. A esta altura el tema de quien está en el arco pasó a ser secundario en Colo Colo, ya que va mucho más allá de elegir entre el mismo Pinto o Cortés. Los errores defensivos son notorios y se comente independiente de quien está bajo los tres palos.
Felipe Campos: Jugó en su puesto natural y en los primeros minutos intentó subiendo constantemente al ataque, algo que quedó en nada viendo el poco poder de fuego que tuvo el equipo, ni siquiera intentando con algún centro. Se fue quedando y terminó de cuajar un discreto partido.
César Fuentes: Fue al sacrificio al jugar de central y hasta con molestias físicas. Es curioso, porque a pesar del 3-0 fue lo más rescatable del equipo, ya que es de los pocos que entiende lo que es vestir esta camiseta.
Juan Manuel Insaurralde: Da la sensación de que por su edad y recorrido debería ser el responsable de ordenar la defensa de Colo Colo, algo que al ver los goles en contra y el desorden en la retaguardia es notorio no puede cumplir. Se ha visto bastante limitado sin Barroso a su lado, algo que sin duda llama la atención.
Ronald De la Fuente: Facundo Pellistri se le apareció completamente solo por su zona en la primera clara de Peñarol. Esa fue una señal clara de lo mal que lo pasaría con él en Uruguay, donde no le quedó otra que pegarle una fea patada en el segundo tiempo para pararlo. De los puntos más bajos en el equipo, algo que viene siendo una constante en este 2020.
Carlos Carmona: Se ganó una tempranera tarjeta amarilla, lo que lo condicionó en lo que restó de partido. Bajísimo nivel para uno que está llamado a marcar diferencia, llegando tarde al quite y no siendo claro a la hora den entregar la pelota. Vale la pena preguntarse si es que está al nivel para seguir como titular.
Gabriel Suazo: Demasiado desordenado y sin cumplir del todo bien en ninguna faceta, ni defensiva ni ofensivamente. La cantidad de pelotas que perdió en defensa fue demasiado, haciendo correr peligros innecesarios al equipo. Fue una de las figuras en el primer duelo en Santiago ante los uruguayos, algo que rápidamente se esfumo en la tan notoria irregularidad que hemos visto en su carrera.
Leonardo Valencia: Tuvo la más clara en sus pies con su tiro libre el palo, siendo lo más destacado del partido. Muy intermitente como para llevar la 10 de Colo Colo. Cuando se necesita que tome las riendas del equipo simplemente no está. Otro que bajó demasiado a lo visto hace un par de semanas en Santiago ante el mismo rival.
Marcos Bolados: Correteó e intentó por su banda, aunque siempre haciendo una de más. Es de los que más ha sentido este hoy en el que está metido el equipo, ya que era el que más diferencias venía marcando dentro de todo.
Esteban Paredes: Tuvo que bajar bastantes metros para poder involucrarse en el juego, lo que se agradece y que marca la diferencia en relación a los otros atacantes de Colo Colo. Lamentablemente se perdió en el ataque y salvo algunos intentos, no pudo generar mucho más en ofensiva.
Gabriel Costa: Indefendible partido del atacante. Demasiados errores, malos pases e intentos que no quedaban en nada. Lo peor es que viene hace bastante rato en este triste nivel, lo que hace dudar seriamente su continuidad en el equipo en el corto plazo.
Óscar Opazo: Ingresó en la segunda mitad cuando Carmona coqueteaba con la segunda amarilla. En el gol de Urretaviscaya retrocedió demasiado en vez ir a atacar al jugador, dándole tiempo y espacio para sacar el remate que terminaría en el 3-0 final. Bajísimo cometido.
Matías Fernández: Su ingreso responde más al pensamiento mágico que a una realidad futbolística, algo para lo que Colo Colo simplemente no está. Lo preocupante es que el DT de turno crea en esas fantasías, algo más propio de los hinchas en ese sentido.
Javier Parraguez: Ingresó por Esteban Paredes en los minutos finales, teniendo poco tiempo para poder hacer algo en ofensiva.
Ethan Espinoza: Reemplazó a Marcos Bolados con el 3-0 ya puesto, siendo casi imposible poder mostrar algo en el campo de juego.
Gualberto Jara: Es más que valido preguntarse el nivel de trabajo de Jara en el primer equipo. ¿Hay planificación? ¿Se trabajan pelotas divididas? ¿Hay ordenamiento en el mediocampo? ¿Se elabora juego en ofensiva? Todas esas respuestas, a la luz de los resultados, se responden con un rotundo no, algo inaceptable para alguien que además realiza un importante trabajo en el área formativa de club. Su tiempo no da para más en Colo Colo, por el bien de él y del equipo, que ha desperdiciado meses de trabajo valioso en alguien sin la capacidad de -al menos- ordenar bien parada una defensa. Lo de hoy fue lamentable.
