La conmemoración del Centenario de Colo Colo ha estado plagado de momentos para emocionarse. Saludos por doquier, homenajes y un recuerdo imborrable del legado que nos dejó David Arellano por allá en 1927 tras su trágico fallecimiento en canchas españolas. La historia es infinita y poco saben uno de los detalles más sabrosos del día en que nació todo en el Estadio El Llano.
Luego del grito del “Vámonos Quiñones”, Los Rebeldes comenzaron a pensar en crear un nuevo club. La idea, era darle vida a un equipo profesional y que representara lo más fiel posible al pueblo chileno. La decisión estaba tomada y, tras varias reuniones, fijaron como primer día de entrenamiento, el 19 de abril en el Estadio El Llano.
Aquel día, además, se firmaría el acta fundacional del club. Sin embargo, tendrían un gran inconveniente. David Arellano se ausentó de dicha reunión en conjunto con su hermano Francisco. Esto, porque ambos debían tomar, a primera hora, el tren que los llevara a Chillán para jugar con la selección de la Federación.
Pero más que un problema, esto fue una gran oportunidad, ya que era la instancia perfecta para afianzar relaciones con los dirigentes del fútbol chileno y aumentar la red de contacto para el nuevo club que se estaba formando. Así, todos asumieron dicho escenario y fue Alberto, otro de los hermanos Arellano, quien los representó en dicha reunión y firmó por ellos.
David Arellano no estuvo en la fundación de Colo Colo.
David Arellano no estuvo en la fundación de Colo Colo
A las 11:30 era la citación y Los Rebeldes llegan al recinto. En el lugar los espera Tomás Olivos, quien es tesorero de la Asociación Deportiva El Llano y quien les prestó el terreno para que tuvieran sus primeros entrenamientos. Además de su primera práctica, el club debe cumplir con las formalidades fundacionales y, así, la primera presidencia, aunque accidental, recae en Juan Quiñones, quien cita a la primera sesión.
En esta asamblea se elige al primer presidente: Alberto Parodi. Adolfo Mackenna es vicepresidente; Tesorero es Luis Contreras; Secretario Rubén Arroyo; Nicolás Arroyo es elegido como Prosecretario. Por último, los directores serán Juan Quiñones, Enrique Zapata y Guillermo Cáceres. ¿Capitán? No puede ser otro que David Arellano.
Todos para uno y uno para todos”, es el lema escogido que, además, va en un timbre que incluye las palabras “Fuerza y Destreza”, sugeridos por Rubén Arroyo. Ahora, eso sí, tocaba elegir el nombre: Luis Contreras dio en el clavo. Nació, para siempre, Colo Colo.
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Finalmente, el acta fundacional del club fue firmada por Juan Quiñones, Alberto Arellano, Tomás Olivos, David Arellano (en ausencia). Francisco Arellano (en ausencia), Miguel Cáceres Guillermo Cáceres, Luis Contreras, Alejandro Arellano, Guillermo Arellano, Rubén Arroyo, Nicolás Arroyo, Armando Stavelot, Luis Mancilla, Rubén Sepúlveda, Humberto Moreno, Clemente Acuña, Absalón Bascuñán, Togo Bascuñán, Enrique Zapata, Eduardo Cataldo y Luis Gómez.
