No hay mal que dure cinco años para Colo Colo. Es que, después de levantar el título ante Universidad Católica en el año 2009, comenzó una sequía importante con varias temporadas y campañas para el olvido. Eso sí, todo tiene un final ya que, a fines de 2013, Héctor Tapia se hizo cargo del equipo y comenzó un camino que llevó a la institución a obtener su estrella número 30.

Luego de dos temporadas en México, a comienzos de 2014 se concretó el tan anhelado retorno de Esteban Paredes, tras gran insistencia de Tito Tapia por tenerlo en su plantel. Un 13 de enero de aquel año, el delantero asistió a conferencia de prensa para ser presentado como nuevo jugador y, sin miedo al éxito, eligió la camiseta número 30. ¿Por qué? Porque estaba convencido de que esa temporada bajarían aquel título.

Y, como siempre, Paredes cumplió. De la mano de sus goles, el Cacique poco a poco comenzó a demostrar que estaba para grandes cosas. Un equipo comandado por Justo Villar, Julio Barroso, Gonzalo Fierro, Jaime Valdés y el mismo Tanque, se daban un festín dentro del terreno de juego y, en la fecha cuatro alcanzaron el liderato, el cual no soltaron jamás.

El Eterno Campeón, durante aquella campaña, perdió sólo un partido. Fue por la fecha 13 ante Universidad de Concepción en el Estadio Monumental (1-2), cuestión que no bajó los ánimos de un conjunto que, la fecha siguiente, logró un nuevo triunfo ante Universidad de Chile gracias al autogol de Roberto Cereceda. Ese Superclásico, de hecho, dejó todo listo para que Colo Colo pudiera festejar el próximo fin de semana.

Esteban Paredes con la camiseta número 30 en Colo Colo. | Imagen: Photosport.

Esteban Paredes con la camiseta número 30 en Colo Colo. | Imagen: Photosport.

La 30 de Colo Colo gracias al gol de Felipe Flores vs Santiago Wanderers

Tres fechas antes de terminar el torneo, un 13 de abril, Colo Colo recibía a Santiago Wanderers en el Estadio Monumental que estaba lleno hasta las banderas. El partido fue complicado y, con solitario gol de Felipe Flores, el Cacique pudo festejar, alzar el trofeo y bajar la tan esquiva estrella número 30.

La formación que ocupó Héctor Tapia durante el torneo se sabía casi de memoria. Justo Villar en el arco; Gonzalo Fierro, Christian Vilches, Julio Barroso, Luis Pavez en defensa; Esteban Pavez, Jaime Valdés y Emiliano Vecchio en el mediocampo; José Pedro Fuenzalida, Esteban Paredes y Felipe Flores en el ataque, eran acompañados por una banca que tenía grandes nombres como Juan Delgado, Claudio Baeza o Sebastián Toro.

Esteban Pavez fue el jugador con más presencia en el campo de juego (1.487 minutos) junto a Julio Barroso (1.478), ambos con 17 partidos disputados. Luego, le siguen el Kily Vilches (1.434 minutos), Luis Pavez (1.422), Justo Villar (1.382), José Pedro Fuenzalida (1.351) y Felipe Flores (1.278) con 16 encuentros jugados.

A lo largo del campeonato, el Cacique marcó 45 goles y recibió sólo 20 tantos en las 17 fechas jugadas. Con 13 partidos ganados, tres empatados y uno perdido, acumuló 42 puntos y le sacó nueve de diferencia a Universidad Católica, su más cercano perseguidor. Además, terminó invicto como visitante, consiguiendo siete victorias.

Felipe Flores marca el gol del triunfo de Colo Colo vs Santiago Wanderers. | Imagen: Photosport

Felipe Flores marca el gol del triunfo de Colo Colo vs Santiago Wanderers. | Imagen: Photosport

La figura de Esteban Paredes

Después de una polémica salida de la institución, Héctor Tapia insistió en la llegada de Esteban Paredes, quien realizó un gran sacrificio económico para dejar México y volver a su casa, lugar en que se convirtió en leyenda, no sólo de Colo Colo, sino del fútbol chileno.

Claro, en un principio nadie sospechó lo que haría a lo largo de los años, aunque él siempre se tuvo confianza. Además de prometer bajar la 30 y calzarse dicho número, vaticinó que sería goleador del torneo con 15 goles. Y falló. Es que la predicción del Tanque quedó corta y se matriculó con 16 tantos en sólo 13 partidos jugados.

Fue en la última fecha cuando se destapó. Al compromiso ante Ñublense llegó con una pequeña deuda y necesitaba cinco conquistas para convertirse en goleador. Así, como siempre, el otrora Visogol cumplió y con creces. En una tarde soñada, se matriculó con las cinco dianas con las que el Popular derrotó al cuadro chillanejo por 5 a 3.