En el minuto 39 del partido entre Colo Colo y Universidad Católica, Jaime Valdés encaró, sacó un remate potente y reclamó una mano de Branco Ampuero. Julio Bascuñán no la vio, pero sí su asistente y se cobró penal. El mismo Pájaro cambiaría por gol y el resultado final, pese a la supremacía alba, terminó 1-0 con ese tanto.

Rápidamente a través de las redes sociales se habló del penal, donde para muchos no había sido. Pero la discusión la zanjó el propio zaguero de los Cruzados tras el encuentro mostrando altura de miras.

“Cuando veo la pelota trato de jugarla con el pecho, me rebota en el pecho y me roza la muñeca, pero creo que cuando me da en la mano no incide en la trayectoria del balón”, comentó.

Además, y para cerrar, manifestó que “el árbitro se puede equivocar, tiene que tomar decisiones en un segundo. Si nos hubieran hecho más goles, si hubiéramos empatado o si ganábamos esto pasaba a la historia”.