Julio Barroso fue probablemente el mejor defensor del fútbol chileno entre el 2013 y 2017. Ganaba casi todos sus duelos individuales, derrochaba personalidad, pero también otorgaba una salida limpia que rompía líneas para ganar espacio en ofensiva para el Cacique.

Esas capacidades, sumado a que se identificó fuerte con la camiseta, lo volvió uno de los favoritos de los hinchas. Sin embargo, el inexorable paso del tiempo le trajo complicaciones físicas que lamentablemente le hicieron bajar su rendimiento.

"Influye no estar bien físicamente, merma el rendimiento, no justifico nada, me ha tocado por esta lesión estar afuera. Dependo mucho de mi rechazo, de mi arranque, es la base de lo que he logrado en este club. Me tocó una lesión en un lugar donde se centra toda la fuerza que necesito. Estuve en Colo Colo en 4 años en los que me perdí muy pocos partidos. A partir del quinto fue duro, el proceso de lesión nos toca a todos de alguna manera. No es algo de desgarro, es algo genético, no se sana, hay que tratarlo constantemente. Hay momentos que invade peor que otros". De esta manera abordaba sus problemas lumbares.

Pese a que no desentonó, se tuvo que esforzar el doble para acercarse a su mejor versión. En muchas ocasiones entrenó con dolor, sacó la cara con la nariz rota en un partido de cuartos de final de Copa Libertadores, todo eso y sus pergaminos en el club, se ganaron la valoración de Marcelo Espina, quién solicitó su renovación.

No asomaba como titular, pero sí como un relevo de garantías en un puesto que siempre hay exposición de tener bajas por las constantes amonestaciones que puede recibir un central. Pero su momento llegó tras la desafortunada lesión de Matías Zaldivia y vaya que ha cumplido.

Con el paso de los partidos se ha entendió muy bien con Juan Manuel Insaurralde (quién también ha mostrado un alto rendimiento), desde el receso de fiestas patrias han afirmado la zaga con solidez. Barroso incluso ha aportado goles (ante Audax y la U).

Una de sus mejores expresiones fue en el superclásico. El mediocampo de Colo Colo hacía un partido para el olvido, y aunque daba la sensación de que la U estaba mejor, nunca llegaron con demasiada claridad al arco gracias al impecable trabajo de los centrales. Salvo el remate de Leo Fernández, nunca estuvieron mano a mano ante Cortés.

El registro de Barroso en este campeonato es bastante bueno. Según datos otorgados por Opta, el Almirante gana el 61,3% de sus duelos individuales, tiene un 85% de éxito en sus quites y siempre de forma limpia, ya que en 15 partidos jugados (todos como titular), todavía no ha recibido ninguna tarjeta.

Colo Colo buscaba un refuerzo para suplir la lesión de Zaldivia, pero la solución siempre la tuvo con el fuerte carácter, jerarquía y amor propio del estandarte de la defensa alba en esta década. A pesar de sus dolores lumbares, Barroso demostró estar más vigente que nunca y le dio la razón a Marcelo Espina, quién le renovó hasta finales del 2020.