Producto de la pandemia y la pausa del Campeonato Nacional en abril el directorio de Blanco y Negro anunciaba la suspensión de la relación laboral con los jugadores tras no llegar a un acuerdo para la rebaja salarial.
“El directorio buscó por todos los caminos llegar a un acuerdo con los jugadores. No estábamos en condiciones de cumplir lo que ellos pedían”, señalaba Harold Mayne-Nicholls en conferencia de prensa realizada en el estadio Monumental.
El hecho de que las negociaciones se hicieran públicas causaron molestia en el plantel quienes comenzaron a ver a Mayne-Nicholls como la piedra de tope para llegar a un acuerdo. La relación se puso tan álgida que inclusive Esteban Paredes pidió públicamente negociar con el presidente del club.
Intervención del SIFUP, mediaciones y declaraciones cruzadas fueron la tónica por largos meses en Macul. El retorno del torneo y las multas emitidas por la dirección del trabajo llevaron a la dirigencia a replantear la decisión y buscar alternativas de salida.
Un Aníbal Mosa más protagonista, dejando de lado a Harold Mayne-Nicholls, fue una señal potente para los jugadores. Fue así como la semana pasada, asado de por medio, se acordó pagar el 50% de los descontado al plantel. Pero como en Colo Colo nada es fácil, hoy se debe saltar un nuevo escollo para poner punto final a este conflicto. Desde las 18:00 horas se realizará un directorio extraordinario, donde Mosa necesitará cinco votos para validar el acuerdo.
Sabido es que el llamado bloque Vial compuesto por Alfredo Stohwing, Carlos Cortés, Ángel Maúlen y Diego González constantemente votan de forma contraria a lo propuesto por el presidente de la concesionaria por lo que los votos del Club Social y Deportivo Colo Colo volverán a ser factor para terminar con el largo conflicto entre la dirigencia y el plantel profesional.
En la oportunidad algunos directores de Blanco y Negro pedirán analizar la situación de los refuerzos que se deberán incorporar para la segunda rueda del torneo nacional.