Colo Colo confirmó la llegada de Javier Correa, quien se transformó en el primer refuerzo de cara al segundo semestre. Luego de una reunión extraordinaria de directorio de Blanco y Negro, el arribo del cordobés fue aprobado por unanimidad de los dirigentes y, ahora, sólo resta esperar los últimos trámites para que se calce la camiseta y se integre a los entrenamientos junto a sus compañeros.
Sin embargo, a pesar de que la votación resultó favorable, lo cierto es que no todo fue fácil. El bloque opositor de Blanco y Negro, que es comandado por Gabriel Ruiz-Tagle y Leonidas Vial, hizo hasta lo imposible por dilatar la llegada del jugador y, por lo mismo, aun sabiendo que no tenían votos, pidieron el directorio extraordinario. Es que dicho sector de la mesa se opuso como una constante a la llegada de Javier Correa, por razones que dejan bastante que desear, sobre todo, tras la administración que tuvo Alfredo Stöhwing.
Según supo DaleAlbo, uno de los motivos que tenía la oposición para frenar el fichaje del ex Estudiantes era su alto sueldo. Si bien se desconoce cuál es el monto exacto, argumentaron que el salario no le iba a gustar al camarín y que podía traer ciertas diferencias con sus compañeros, cuestión que sólo queda en una suposición, sin saber a ciencia cierta lo que pasará en un futuro.
Además, ponen en la palestra el caso de Nicolás Blandi, quien llegara con un tremendo cartel a Colo Colo, con un alto sueldo, avanzada edad y que, finalmente, no rindió. Sin embargo, lo que olvida el Vialismo es de la situación, por ejemplo, de Darío Lezcano quien también cobraba una alta suma de dinero y que no resultó.
La constante oposición en Blanco y Negro para los refuerzos de Colo Colo
De todos modos, el bloque que encabeza Ruiz-Tagle y Vial no tienen los votos necesarios para torpedear las decisiones tomadas en mayoría. Es que el sector comandado por Aníbal Mosa tiene tres, mientras que el Club Social y Deportivo Colo Colo otros dos. Así, cuando se unan ambas veredas, siempre se impondrán por 5 a 4.
Sin perjuicio de lo anterior, están en todo su derecho, por ejemplo, de citar a reuniones extraordinarias con puros fines dilatorios, cuestión que pasó con Javier Correa y que no es la primera vez. No fue hace mucho que, cuando la concesionaria la presidía Alfredo Stöhwing, se opusieron hasta el cansancio en la llegada de Arturo Vidal.
No obstante, Mosa se unió con el Club Social y superaron en votos al entonces oficialismo. De hecho, el propio jugador se encargó de manifestar su gratitud con el puertomontino y Matías Camacho ya que, sin ellos, probablemente no habría regresado a Macul. Así, ahora sólo queda esperar qué ocurre con las siguientes incorporaciones, tarea que, ojalá, se resuelva con mayor celeridad.