La alerta sanitaria vivida en el Monumental obligó a enfrentar a Ñublense con un equipo mayoritariamente Juvenil que asumió con actitud el desafío y defendió con dignidad la camiseta de Colo Colo. Pese a la derrota, el balance es positivo y quedó la sensación que se puede proyectar un equipo competitivo en el corto plazo.
Sin embargo, la falta de competencia ha sido tema de discusión en el ambiente futbolístico. El estallido social y luego la pandemia han dejado sin jugar por más de un año a cientos de jugadores del fútbol local. Para Ariel Paolorossi, jefe del fútbol joven del Cacique, es urgente volver a competir, siempre y cuando se cumplan las condiciones sanitarias, pero también entregó otro antecedente, distinto sanitario, tiene que ver con la formación que comienza alrededor de los seis y siete años.
“No me gusta comparar, pero en Argentina es feroz la competencia a esas edades. Hay torneos dentro de la provincia de Buenos Aires donde los nenes de comienzan a competir desde muy temprana edad. Hacen inferiores en los clubes y en los clubes más pequeños. Compiten el sábado y domingo, además de entrenar tres veces en las semanas. Acá me sorprendió la falta de competencia, pero son modelos y ligas diferentes”, aseguró en conversación con Redgol en La Clave.
“Allá el fútbol juvenil está dividido en seis series como se dice acá. Cuarta, quinta y sexta son las categorías más grandes y las séptima, octava y novena son las categorías más chiquititas. Después viene el fútbol infantil, entonces ahora en la pre novena le agregaron una división más. Acá en Chile son cuatro divisiones de juvenil, pero estamos hablando de dos países diferentes. No sé si está bien o mal, pero sí es diferente”, agregó.
Paolorossi, también tuvo palabras para la escasez de jugadores en posiciones específicas. “No es por ponerlo como excusa, pero bajo nuestra gestión nos agarró el estallido social y la pandemia. Pude salir a ver futbolista junto a Lizardo Garrido. Me gusta el tema de la captación, ver los chicos en sus lugares, donde mejor se expresan en la cancha. Por ahí comparto lo de los laterales, pero es algo casi universal. En Argentina para lo mismo. Es un déficit que se ve, al igual que los arqueros, porque son puestos en los que los chicos cada vez menos quieren jugar”, cerró.