La cantera de Colo Colo es gigante. A lo largo de la historia, el Cacique se ha caracterizado por formar a grandes cracks que dan que hablar en el fútbol nacional. Si bien en el último tiempo ha costado la exportación de grandes figuras de casa, los talentos jóvenes siguen siendo importantísimos en Macul.

Uno de ellos es Felipe Yáñez. El jugador que milita en Coquimbo Unido es uno de los grandes proyectos de Colo Colo y, actualmente, se encuentra sumando su experiencia en el profesionalismo con el conjunto Pirata. Lateral izquierdo, con gran proyección ofensiva, destacó en la Sub21 de los albos y, en un par de ocasiones, fue citado y entrenó con el primer equipo de Gustavo Quinteros, e, incluso fue titular en aquel partido ante Audax Italiano cuando el COVID azotó en Pedrero.

El jugador de Coquimbo Unido, conversó con nosotros en el programa Semillero Albo, donde contó cómo llegó al fútbol, sus primeros pasos en Colo Colo y lo que espera para su futuro. Una de las cosas que reveló, por ejemplo, fue la influencia de Mariana Sandoval, madre de Charles Aránguiz, en sus inicios futbolísticos.

“De chiquitito iba harto a ver a mi hermano jugar, él también tuvo un periodo en Colo Colo. Siempre enlazado a las canchas, mi papá igual siempre jugó a la pelota. Hasta que un día llegué al club Nueva Esperanza en Puente Alto, que lo maneja la mamá de Charles Aránguiz”, contó Yáñez.

“Ella fue la primera que corría al lado mío en la cancha, me decía ‘guapea, guapea’, porque le gustaba que le pusiera bueno, aparte era rápido. Me acuerdo que en mis primeros partidos corría al lado mío, me decía ‘este es el offside, no tenís que pasar, tenís que correr después’, agregó.

Si bien era un niño, Pipe recuerda muy bien sus primeros pasos en una cancha de fútbol. “Tenía cuatro años, jugábamos a cancha completa. Era una pulga jugando ahí, todos eran más grandes. A pesar de que no tenemos mucho contacto con la mamá de Charles, cada vez que la veo es afectuoso. Ella es como mi madre dentro del fútbol, es una de las personas que creyó en mí desde pequeño. Corría al lado mío, era buena onda. A ese club le tengo mucho cariño, mi papá también jugó ahí, es un muy buen club”.

La llegada de Felipe Yáñez a Colo Colo

Pasar de un club de barrio al Cacique no es fácil, y así lo sabe el lateral izquierdo. El jugador reveló que “tenía un primo que recién estaba en las inferiores de Colo Colo, él estaba en una escuela que se llama Gabriel Mistral que la maneja el profe Lucho Pérez Franco. No teníamos los medios como para pagarlo de una, yo quería ir y me iba bien en el colegio. Eso fue una de las cosas que me ayudó, que siempre me fue bien en el colegio. Como premio, me la dieron (el dinero) para ir a la escuela. Hasta que un día me llevaron, estuve el primer día y me dijeron que jugaba bien, pero que todavía necesitaba más conceptos como para llevarme a probar”.

Pero esa experiencia, no estuvo exenta de complicaciones, porque “pasó esa semana y me dicen que ya me tenía que ir a probar, yo vuelto loco, quería ir, más encima estaba enfermo. Mi mamá no me quería dejar ir porque estaba enfermo, aparte tenía una tos de perro, estaba súper mal. Pero a toda costa quería ir a probarme, hasta que mi mamá habló con el profe y le dijeron que me esperaban hasta que me recuperara. Ya cuando fui, estuve una semana a prueba y quedé, a la categoría Sub 9”.

Y de inmediato, Yáñez marcó diferencias. Es que luego de que quedó en Colo Colo, los albos jugaban un clásico con Universidad de Chile. Ahí, “me citaron, entré al segundo tiempo, íbamos a 2 y yo hago el gol del triunfo, ganamos 3 a 2 en el CDA, fue todo soñado”, recuerda con orgullo el canterano del Cacique.

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