Colo Colo igualó el Superclásico ante Universidad de Chile en el Estadio Monumental. Si bien el duelo contó con pocas emociones dentro del campo de juego, el Lado B dejó arengas, sufrimientoen la bancas y mucho más.
Los Albos sólo sumaron una unidad en el Estadio Monumental en loque fue la versiónnúmero 193 del Superclásico nacional. A pesar de las pocas oportunidades de gol que generó el equipo colocolino, el duelo también se vivió con todo fuera del terreno de juego, donde Leonardo Gil, Esteban Pavez, entre otros fueron los líderes para alentar a sus compañeros previos al compromiso.
La junta de los arqueros
Previo a que los porteros saltarán a la cancha principal del Estadio Monumental, los porteros del Cacique se reunieronen el túnel para desearse éxito. Fue ahí, donde el preparador de arqueros de Colo Colo, Jorge Martínez, le envió un último mensaje a Brayan Cortés.”Vamos Brayan, con todo carajo. Fue una linda semana, vamos con todo”, gritaba Martínez al meta titular de los Albos
Las instrucciones de Leonardo Gil en la previa
Mientras Colo Colo hacía su calentamiento en la denominada Jaula del Estadio Monumental, que se encuentra a un costado del camarín del Cacique, Leonardo Gil daba las primeras instrucciones a sus compañeros en la previa del compromiso. “Entremos metidos, concentrados, la segunda pelota, vamos“, fue la arenga del Colo antes que el equipo saliera a disputar la octava fecha del Campeonato Nacional 2023.
La arenga final
Minutos antes que se diera inicio al compromiso, la arenga la comandó, Esteban Pavez, quien trataba de motivar al resto de sus compañeros, gritando “dale, como perro desde el primer minuto, dale, dale, como perro“. Además, el capitán del Eterno Campeón mencionaba”nos preocupamos de ganar, estos partidos hay que disfrutarlo, jugamos en casa, concentrados, es lo más importante“. Uno de los últimos gritos que se escuchó antes que los jugadores ingresaran al terreno de juego fue“adejar la vida”.
Los nervios estuvieron en la banca de Colo Colo
Ya durante el compromiso, los nervios se trasladaron a la banca de suplentes, donde Maximiliano Falcón y Leandro Benegas, cuando ya había sido reemplazado, sufrían en cada ataque del Cacique, esperando que la jugada terminara en un tanto para los Albos.