Un momento clave en un Superclásico del fútbol chileno te puede permitir quedar grabado en la memoria de los hinchas para la eternidad, para bien o para mal, siendo el héroe o el villano de la jornada.

De esos momentos tiene en su carrera Cristián “Tigre” Muñoz, ex arquero de Colo Colo que el 5 de octubre de 2008 atajó un penal clave en el duelo ante Universidad de Chile cuando los albos aguantaba el 1-0 en el marcador, nada más ni nada menos que a Marcelo Salas.

En conversación con DaleAlbo el ex portero recordó lo que fue ese momento, afirmando que “jugar contra esa clase de jugador y reconocido mundialmente por su trayectoria, poder atajarle un penal es un momento que queda en el recuerdo del hincha y hasta el día de hoy me lo manifiestan. Para mí es un orgullo muy grande, ese día el equipo hizo un gran partido con un Lucas Barrios en un gran momento, ganamos ante una multitud y es impagable”.

El ex portero ganó tres títulos defendiendo el arco de Colo Colo.

El ex portero ganó tres títulos defendiendo el arco de Colo Colo.

Sobre lo que fueron los segundos previos al lanzamiento del Matador, el ex arquero confirmó que no hubo ningún palabrerío previo. “No le dije nada y el tampoco, nos respetamos. Es un jugador de calidad, que se le puede decir, en esa situación no tienen nerviosismo. Me concentré en lo que tenía que hacer, a lo largo de mi carrera mejoré mi técnica para atajar penales, soy de los que más atajó en la liga chilena. Pero ese día sólo elegí un palo, a esos jugadores hay que esperarlos mucho, tienen capacidad de cambiarte el palo y por suerte lo pude tapar”, sostuvo el Tigre.

“Uno de esos momentos que no se olvidan por la jugada, era un superclásico. Es un desahogo muy grande, sacábamos una diferencia importante, más allá de que se vinieron por el descuento, pero nosotros estábamos muy bien y se notó en ese partido, sabíamos que no se escapaba”, concluyó el portero.

En esa jornada el Cacique se impuso por 2-0 a los azules gracias a una tremenda actuación de Lucas Barrios, quien se lució con un doblete, siendo el segundo un golazo de antología que está grabado como uno de los mejores goles en la historia de los Superclásicos. Meses más tarde, los albos terminarían levantando la copa del Apertura 2008.