Muy cerca está Colo Colo de lograr la esquiva estrella 33 de su historia. Si bien, al menos en esta fecha, depende de otros resultados para lograrlo ante Universidad Católica, lo cierto es que todo parece indicar será el Cacique quien se lleve el título debido a la inmensa cantidad de puntos de diferencia sobre Curicó Unido y Ñublense.

Son once las unidades que hay de distancia contra los principales perseguidores, quedando solo quince en disputa. Si logramos salir de esta fecha separados por trece o catorce unidades de chillanejos y curicanos, el título volverá a Macul.

Para que eso pase debe pasar que los dos escoltas del Popular caigan o empaten en la previa al duelo contra la UC. Esto quiere decir que Colo Colo sabrá, al momento de entrar a la cancha, si es que tiene chances de salir campeón en esta fecha o deberá esperar al duelo ante los propios torteros en la próxima semana.

Pero más allá de cálculos, se trata de una situación que los albos no vivíamos hace tiempo. Hay que remontarse un lustro atrás para recordar una situación parecida a esta a nivel local.

Los recuerdos del último título albo:

La última vez que Colo Colo se coronó campeón fue en el segundo semestre del 2017. De la mano de Pablo Guede, el equipo que comandaban jugadores como Esteban Paredes, Jaime Valdés, Jorge Valdivia o Agustín Orión, logró la corona 32 de la historia.

En la última fecha se enfrentó a Huachipato en el Ester Roa Rebolledo. Con un estadio lleno de colocolinos, los albos vencieron por 3-0 a los acereros, con goles de Jaime Valdés (74'), Octavio Rivero (82') y Nicolás Orellana (90+3'), desatando la euforia de la hinchada a lo largo de todo el país.

En ese partido, Colo Colo formó con Agustín Orión; Matías Zaldivia, Julio Barroso y Felipe Campos; Luis Pedro Figueroa, Jaime Valdés, Claudio Baeza, Gabriel Suazo, Jorge Valdivia; Octavio Rivero y Esteban Paredes. En el segundo tiempo ingresaron Gonzalo Fierro, Nicolás Orellana y Benjamín Berríos.

Sabor a revancha

Se trató de un título que tuvo también su sabor especial luego de lo ocurrido en el primer semestre, donde los albos dejaron escapar el campeonato en las últimas fechas y terminó coronándose Universidad de Chile. Por lo mismo es que Guede trajo a jugadores como el propio Valdivia u Orión, además de Óscar Opazo, que fueron vitales en ese semestre.

Esa fue la base, además, del equipo que en 2018 alcanzó, luego de 21 años, los cuartos de final de la Copa Libertadores, tras una recordada eliminación al Corinthians en Brasil.

Eso sí, a esas alturas ya no estaba Pablo Guede al mando, sino que había llegado Héctor Tapia, que pese a no lograr repetir los éxitos de su primer período, si le bastó para clasificar a los albos a instancias importantes a nivel continental.