Si hay una época oscura que ningún hincha colocolino quiere repetir fue la vivida entre 2010 y 2013, años donde el Cacique no logró ganar un solo título y estuvo sometido a una crisis deportiva e institucional importante.
El equipo simplemente no daba una y acumulaba amargura tras amargura. Esteban Paredes, el líder del plantel, aguantó años muy malos en la institución, pero su amor por los colores lo hacían querer liderar un barco que lamentablemente no daba ningún rumbo.
A mediados del 2012 la dirigencia de Blanco y Negro comandada por el grupo de Leónidas Vial, no le quiso renovar su contrato y el de Cerro Navia tuvo que armar sus maletas para partir al fútbol mexicano, donde defendiólos colores del Atlante y Querétaro.
Un año y medio más tarde y con el equipo mostrando una leve mejora deportiva de la mano de Héctor Tapia, Esteban regresaba, siendo oficializada la noticia un día como hoy en el twitter oficial de Colo Colo, todo mientras el equipo de Tito vencía por 2-0 a Everton en Quillota en la segunda fecha del Clausura 2014.
El entrenador fue pieza fundamental para su regreso, ya que luchó a pesar de su inexperiencia en el puesto con la dirigencia alba presidida por Arturo Salah para traer de regreso a Esteban. “Paredes era el jugador que yo necesitaba, un nueve que se enganchara y que jugará. Pero más importante que eso, necesitaba un tipo que tirara el barco para adelante, un jugador referente, totalmente identificado con Colo Colo, que empezara a rendir desde el primer partido, que dentro del camarín, junto a los demás experimentados, me ayudara a llevar al equipo donde yo quería”, señaló Tapia al libro De Hincha A Leyenda, la biografía de Esteban Paredes.
De ahí en más es una historia para enmarcar: Esteban fue campeón de ese torneo siendo goleador y con la camiseta 30 en la espalda y se instaló como uno de los jugadores más importantes en la historia del Cacique a punta de goles y actuaciones para el recuerdo.