Las capacidades para dirigir de Mirko Jozic están fuera de toda duda. El técnico croata marcó una verdadera revolución en el fútbol chileno con su estricto método de trabajo y la forma en que mecanizó los movimientos de sus dirigidos.

Rubén Espinoza reveló en conversación con DaleAlbo algunos detalles de su manera de encarar los partidos, recordando su lado más estricto y los castigos que le daba a quienes no obedecían sus instrucciones.

 

“Las obligaciones que daba Mirko fuera de lo futbolístico era que tenía una responsabilidad, en este caso marcar a un número 6 del rival, tenía que estar en mi posición marcándolo como volante. Me acuerdo en el partido contra Barcelona que ganamos acá en la primera fase por tres a uno, donde me tocó hacer un gol y participar en otro. En el entretiempo Mirko al que más le llamó la atención fue a mí, aunque estuviéramos ganando tres a cero. Fue porque el 6 de ellos había tocado mucho la pelota, entonces me dio instrucciones muy molesto. Salí a la cancha convencido de que íbamos a aumentar la cuenta, iban cinco minutos y sonó el pito del cambio, me tocó salir”, narró.

El ex volante reconoce que “no entendía absolutamente nada, tiré una cantidad de chuchadas a Mirko, porque para mí estaba haciendo un partido correcto, pero para él no. Pasaron muchos años donde tuvimos una conversación personal y ahí me contó que fue porque el 6 fue el que más tocó la pelota, entonces no cumplí sus instrucciones, fuera”.

Incluso, contó cómo Rubén Martínez sufrió con la furia de Mirko, quién no tuvo reparos en sacarlo de un partido en el que llevaba tres goles.

“Rubén Martínez había hecho tres goles en un partido que ganamos seis a cero, pero igual le llamaron la atención, nadie entendía nada. Eso después vas sabiendo porque te exige más, porque sabe que podías hacer más. La exigencia esa vez a Rubén era que podía haber hecho seis goles en vez de tres”, complementó.

 

 

Finalmente, detalló como el método de Jozic se notó en el partido contra Boca Juniors en el Monumental, poniendo como ejemplo la jugada que terminó en el gol de Marcelo Barticciotto.

“El gol de Barticciotto a Boca si vuelve a jugar no lo repite. Pero es una jugada que nosotros practicamos como 25 minutos. Volvíamos a hacerlo y Mirko nos mandaba a repetir el mismo trabajo una y otra vez. Todos los movimientos de cuando la pelota sale de nuestro arco que nosotros repetíamos miles de veces, eso te habla de una calidad de trabajo tremenda, fue un gol imposible, hecho para esa instancia. El segundo gol de Rubén Martínez se genera de ese trabajo, un golazo”, completó.