Tras un nuevo aniversario de la recordada semifinal donde Colo Colo eliminó a Boca Juniors en Copa Libertadores, la gresca que se armó tras el gol de Rubén Martínez ha vuelto a ser tema recurrente para sus protagonistas.
Uno de los que estuvo presente en aquel encuentro fue Rubén Espinoza, quien en conversación con DaleAlbo entregó nuevos detalles de la pelea que se armó con los jugadores del cuadro xeneize.
“Tras el gol de Rubén Martínez yo estaba calmando… Al Pato (Yáñez) le llegaron varios de Boca encima, el Coca (Mendoza) fue a calmar, y el Pato llegó de atrás como a echar la ‘choreada’, a intentar pelear, pero si te pones a pelear con ellos tras hacer ese gol los más perjudicados éramos nosotros.En ese momento teníamos la cabeza fría varios, como el Chano Garrido, Daniel Morón, Jaime Pizarro, quienes empezamos a separar, a llevar a los jugadores a la mitad de la cancha; pero veíamos que el Coca y el Pato Yañez estaban al otro lado, y fue ahí cuando nos preocupamos, lo llamamos, pero estaba en la otra parte de la cancha”, recordó.
La historia siguió, aunque con los reporteros gráficos presentes a un costado de la cancha: “luego lo fuimos a buscar para poder juntarnos y separarnos de la pelea, porque nosotros no teníamos nada que ver en este tema, fuimos testigos presenciales de lo que pasó con los fotógrafos, de la manera en que ellos insultaban, que era impresionante, pero ese insulto era de impotencia de verse en desventaja definitiva y no pasar a la final como ellos querían, porque ellos estaban seguros que clasificaban y nos ganaban en el Monumental”.
Pero Espinoza aprovechó de echar al agua a Patricio Yáñez: “nosotros estábamos más preocupados de calmar al Pato, que hizo el amague de pelear, pero la verdad de las cosas es que se fue en el amague nomás… y el Coca que recibió un derechazo o un izquierdazo por ahí, y luego nos fuimos a la mitad de la cancha, para así olvidarnos que nosotros estábamos metidos en el tema trifulca”.
Su duelo personal con Blas Giunta
La tarea que tuvo Espinoza en aquel partido fue marcar a Blas Giunta, uno de los jugadores más duros que tenía Boca Juniors en aquel entonces y que siempre daba todo, muchas veces, al límite.
“Fue un partido trabado, de mucha pierna fuerte, y de mucho hablar, porque ellos tienen cualidad y te llevan al terreno de ellos con las palabras, te empiezan a opacar, a aminorar, a achicar. La cantidad de chuchadas, de combos, de codazos… Yo tenía una marca con Blas Giunta, no era marca individual, pero mi responsabilidad era marcarlo cuando no tenía el balón, y cuando lo tenía, él era el encargado de tomarme a mí, era una cantidad de groserías, de combos… ese sí que fue un partido de Copa Libertadores”, narró.