Harold Mayne-Nicholls llegó como la gran apuesta de Aníbal Mosa al recuperar la presidencia de Blanco y Negro. El ex timonel de la ANFP fue nombrado vicepresidente ejecutivo, recibiendo un salario por sus labores.

Este cargo fue aprobado el año pasado sin mayores objeciones por parte del bloque opositor de la concesionaria, pero tras la reunión de directorio de este miércoles se terminó.

El dirigente antofagastino tuvo que a renunciar a su salario, ya que los directores designados por Leonidas Vial y Gabriel Ruiz-Tagle rechazaron en votación que siguiera recibiendo remuneraciones.

Para mantener su sueldo necesitaba seis votos, pero Alfredo Stöhwing, Carlos Cortés, Diego González y Ángel Maulén, es decir, todo el “vialismo”, votó en bloque en contra, pasando factura al ex presidente de la ANFP, quien igualmente no recibía sueldo desde marzo. 

Una nueva muestra de la división que existe al interior del directorio. De esta manera, Harold Mayne-Nicholls seguirá desempeñando sus funciones como vicepresidente de Blanco y Negro, pero pierde el título de “ejecutivo” y su remuneración.

 

 

El ex presidente de la ANFP se ha vuelto uno de los hombres fuertes de la concesionaria, siendo un rostro visible en las decisiones institucionales. Ha sido uno de los que más ha impulsado la profesionalización del fútbol femenino, la remodelación del Estadio Monumental y también el que encabezó las negociaciones salariales con el plantel.