El presidente de la ANFP, Sebastián Moreno se ha tenido que llevar la mayoría del peso de la complicada situación que vive el fútbol chileno en medio del estallido social. Tras constantes intentos por reanudar el torneo, el viernes 23  de noviembre todo volvía con el encuentro entre Unión La Calera y Deportes Iquique en el Estadio Bicentenario de La Florida. 

 

Moreno estaba tranquilo, pero un grupo de barristas de Colo Colo boicoteó el partido. La Tercera reveló cómo vivió el momento la principal cabeza de la asociación. 

"Estaba en la tribuna cuando le avisaron de que una turba de garreros se había robado dos microbuses y se dirigía desde el Monumental a La Florida. El abogado corrió para alertar a la seguridad uniformada. Llegaron cinco policías, cuando se habían prometido 50 desde Intendencia (aseguran desde la ANFP). Media hora después, sin el asomo de los refuerzos, los radicales, no más de 100, pusieron de rodillas al certamen", relató el matutino.

"Moreno entró en cólera. Mientras exigía una explicación a Cristóbal Lladser, el director de Estadio Seguro, que estaba en el recinto, recibía las quejas del Sifup. '¡No cumplen con las garantías, así no jugamos!' le gritaban. Desde Colo Colo, Paredes ya le había dicho al Sifup que su plantel no jugaba al día siguiente", agregaron. 

El abogado busca una última salida para resolver la problemática del fútbol chileno en el consejo extraordinario de presidentes de este martes.