No cabe duda que Maximiliano Falcón es uno de lo pilares en la defensa de Colo Colo. El uruguayo armó una más que confiable y segura dupla de centrales con Emiliano Amor, siendo grandes responsables de los pocos goles que recibe Brayan Cortés unos metros más atrás en el arco.
Sin embargo, no fue sencillo para el Peluca tener este lugar en el equipo de Gustavo Quinteros, ya que no hay que retroceder mucho en el tiempo para ver el momento en el que perdió el puesto por una baja de rendimiento evidente y una salida de cadena que a la larga pasó mucho la cuenta.
Fue en la final de la Supercopa 2020, disputada por la pandemia recién el 21 de marzo del 2021 en un vacío Estadio Nacional, donde lamentablemente el Cacique cayó por 4-2 ante Universidad Católica apenas semanas después de haber mantenido la categoría en la Promoción.
En esa tarde Maximiliano Falcón vio la tarjeta roja al irse a las manos tras una discusión con el defensor Valber Huerta. ¿La pena? Varios partidos de suspensión y una relación con Gustavo Quinteros que debió recomponerse con el tiempo, ya que el DT lo “cortó” por tiempo.
“Lo más negativo que me pasó acá fue cuando me peleé con un jugador de la Católica. Me echaron, estuve cinco partidos con la tarjeta roja y el técnico me castigó. Me dejó de suplente 10 partidos”, recordó el propio Falcón en charla con el Diario El País.
Esa postura del DT hizo que el Peluca hiciera públicas sus ganas de partir, algo que el propio Quinteros pudo desactivar a tiempo: “Ahí manifesté que me quería ir a préstamo y él me dijo que no era un por tema de nivel, sí de concentración. Lo entendí”.
De eso, Falcón también recordó que “a mi mujer la volví loca”, en alusión a Florencia Pouso, su pareja y madre de su hijo, el pequeño Domingo. “Tenía la impotencia de que por un error no podía jugar”, concluyó.
Al final el Peluca logró dar vuelta la situación y recuperar su lugar en la defensa del Cacique, siendo por un titular casi inamovible para Gustavo Quinteros y uno de sus referentes en el once inicial.