Harold Mayne-Nicholls fue la gran carta de Aníbal Mosa en las últimas elecciones de directorio que se llevaron a cabo en abril pasado. El ex presidente de la ANFP había perdido las elecciones para retornar a Quilín y además contaba con una llegada frustrada a la U. 

"Aníbal me llamó en la primera quincena de marzo. Hubo entre ocho y 10 conversaciones. Dos cosas me llamaron poderosamente la atención: una, si la reunión era a las 5, y yo llegaba a las 5, Aníbal ya estaba. Y la otra, es que cuando nos juntamos por primera vez, dije “bueno, esto va a salir en los diarios y se murió mañana”. Pero no, recién salió el día antes de la elección, nadie filtró la noticia. Detecté ahí que no era un golpe publicitario lo que quería Aníbal", cuenta Mayne-Nicholls en conversación con La Tercera. 

El vicepresidente de Blanco y Negro aprovechó la oportunidad para asegurar que la billetera del club, considerando que estamos en periodo de fichajes, no es para nada abultada. Todo lo contrario, explica Harold:

"Antes de llegar acá, leí varias notas en las que se decía que el club iba a quedar con 4 mil millones de pesos a favor. Pucha que vamos a hacer cosas, pensé. Llegué aquí y no era así, el presupuesto elaborado daba eso. No soy bueno para los números, pero sé sumar y restar. La situación es que recibimos Colo Colo con 1.000 millones de pérdida o utilidad negativa, no lo podía creer". 

Con la salida de Esteban Pavez a Emiratos Árabes y la venta de parte del pase de Juan Carlos Gaete se equilibraron los números, cuenta Mayne-Nicholls en su entrevista con el diario, y además agrega que quiere ser recordado por acciones que sean útiles y se mantengan en el tiempo: "No me gustan los fuegos artificiales, porque los aplaudes y pasaron".