Blanco y Negro deben cancelar cerca de 550 millones de pesos a que se dividirán entre Esteban Paredes, Carlos Carmona, Pablo Mouche, Juan Manuel Insaurralde, Matías Zaldivia y Nicolás Blandi, quienes no tenían al día sus depósitos por derecho de imagen y arriendo de pase.

Esto es una devolución de un dinero que la concesionaria jamás debió dejar de pagarles, ya que la Ley de Protección del Empleo sólo aplica para los que tienen contrato laboral. Si no se cancelaba, se arriesgaba incluso a una sanción FIFA.

 

El acuerdo no fue sencillo, ya que la votación (5 contra 4) nuevamente evidenció la división que existe en la mesa directiva. Desde el bloque opositor estaban dispuestos a asumir un eventual juicio y consideran que por repartir estas cifras, se arriesga a no cumplir con sus obligaciones financieras de aquí a fin de año.

Para compensar a los jugadores y funcionarios que no tienen este tipo de contrato se decidió darles la recaudación de partidos amistosos, pero esta fórmula no agradó. Es una retribución escasa debido a que no hay certeza de cuándo volverá el público al estadio y por el alto costo que tienen los gastos operacionales.

"Entendemos el esfuerzo, pero es difícil pensar en dos buenas recaudaciones. Además, esa idea de los amistosos la propuso Blanco y Negro antes de que fuéramos al seguro de cesantía y la rechazamos", dijo un miembro del plantel a El Mercurio.

El camarín

Esteban Paredes y Carlos Carmona son los que propusieron repartir estos dineros con el resto de sus compañeros, pese a que legalmente es un pago que le corresponde a seis futbolistas.

Sin embargo, según consignan El Mercurio y La Tercera, el resto de los involucrados no están de acuerdo con la propuesta de su capitán, quien igualmente seguirá buscando un entendimiento con sus compañeros.

La decisión de la concesionaria hizo ruido en el camarín. Todavía falta el dictamen de la Dirección del Trabajo y cuando ocurra, responderán a las propuestas de la dirigencia para compensar al resto de jugadores.