Siendo 4 de noviembre, todavía se sienten los coletazos de lo que fue, a todas luces, una pretemporada deficiente en La Serena a cargo del equipo de Diego Cagna.
El primer semestre Colo Colo fue un hospital, con un tremendo número de futbolistas con problemas musculares. Algo se pudo corregir para el segundo con el trabajo de Norberto Paciullo, sin embargo, la gran carga del año en este aspecto se hace durante el verano.
Por lo mismo, Jaime Pizarro quiere cumplir con todas las condiciones que exija Ivo Basay y, sobre todo, el preparador físico, Gastón Lloveras.
Es así como el Káiser está evaluando la opción de Temuco para realizar allá los trabajos en el verano, donde es probable, como es tradición, se jueguen algunos amistosos para “soltar las piernas”.