La guerra al interior de Blanco y Negro está desatada. Con declaraciones cruzadas entre Aníbal Mosa y Alfredo Stöhwing, la calma que le entregó Arturo Vidal a Colo Colo se rompió. Todo comenzó con la polémica con el cuerpo médico y, luego, fue escalando hasta el día en que se reunió el directorio, cuando el presidente de la concesionaria le respondió en duros términos al empresario de origen sirio.
El puertomontino tampoco se quedó callado y volvió a cargar contra el cabecilla de la sociedad anónima. Con un tono irónico, Mosa convidó al presidente para que dejara de ver películas de fantasmas y que se relaje con “La pequeña casa en la pradera”. Esto, evidentemente, no le hace bien a la institución y, por lo mismo, algunos referentes históricos alzaron la voz por lo sucedido.
En esta ocasión fue Marcelo Ramírez el que usó sus redes sociales para enviarle un mensaje a los dirigentes. El Rambo, reflexionó sobre la discusión que se formó entre los dos pesos pesados de Blanco y Negro y advirtió que la “fuerza de la institución está en la unidad de los que la lideran, de los que toman las decisiones”.
“En las reuniones, conversen, discuten, piensen bien las decisiones y díganse todo lo que tienen que decirse en la cara; pero una vez que salen de la reunión, el mensaje tiene que ser el mismo en todos. Eso es trabajo en equipo, mostrarse como un bloque férreo que transmite seguridad”, complementó el exguardameta.
“Colo Colo es y siempre será lo más importante”
El recordado portero siguió con su exordio y aclaró que “lo que menos quieren los hinchas es esta rencilla de poderes, porque no suma nada y sólo resta. Ustedes son los encargaos de marcar el camino. Si luego, en momentos de crisis quieren pedir unidad a sus hinchas y jugadores, esta disputa de nombres propios a través de los medios, no favorece en nada en a la institución. El club es y siempre será lo más importante”.
La división entre los dirigentes de la sociedad anónima sigue escalando. Así, mientras ellos lanzan sus diversas acusaciones a través de la prensa, el plantel de Colo Colo sigue sin poder sumar refuerzos a sólo algunas semanas del debut en el Campeonato Nacional y en Copa Libertadores.
Dimes y diretes en Blanco y Negro mientras se cierra el plantel
El primer dardo lo lanzó Aníbal Mosa. En plena presentación de la camiseta para el 2024, el puertomontino aprovechó los micrófonos para disparar por la venta de Damián Pizarro, acusando que lo vendieron muy barato y que pactaron diversas cuotas como si fuera un electrodoméstico. También alzó la voz por lo ocurrido con Arturo Vidal y los exámenes médicos donde asegura que se le faltó el respeto al jugador y, que si no fuera por ellos y el Club Social y Deportivo, el King no llegaba al Cacique.
Alfredo Stöhwing no se guardó palabras y acusó a Aníbal Mosa de perder más de 15 millones de dólares en su administración. Además, lo culpó directamente por haber peleado el descenso y que no tenía espalda moral para criticar lo que se estaba haciendo. La lanza llegó de vuelta y el ex mandamás de la sociedad anónima le enrostró que él tuvo participación en todas las decisiones y que, además, siempre estuvo escondido.
Palabras más, palabras menos, es lo que tiene en un gran problema a Colo Colo. Cuando las disputas en la dirigencia comienzan a aparecer, es casi seguro que el equipo lo siente dentro de la cancha. Con todo, pareciera que esta guerra no tendrá tregua al menos, hasta el mes de abril, instancia en la que puede haber nuevas elecciones en Blanco y Negro y que llegue otro bloque al poder de la concesionaria que rige los destinos del equipo más grande de Chile.