Julio Barroso anunció el fin de su carrera como futbolista profesional y, así, el partido entre Everton y O’Higgins será el último en su larga trayectoria. El motivo para elegir este compromiso es netamente emotivo, debido a su gran paso por los Celestes, rival de turno en el Sausalito.
Antes de iniciar el duelo entre los Ruleteros y el Capo de Provincia, ambos equipos formaron un pasillo para homenajear al Almirante que pisó una cancha por última vez como jugador de fútbol y, luego, vinieron los distintos regalos.
En primer lugar, aparecieron sus hijos. Cada uno tenía puesta una camiseta de los equipos que defendió en el fútbol chileno: Ñublense, O’Higgins y, obviamente, Colo Colo, representado por su hijo más pequeño y con el que se fundió en un fuerte abrazo en compañía de sus hermanas.
Los clubes tampoco quisieron quedar ausente de la instancia y, por ejemplo, los de Rancagua le obsequiaron una camiseta, los de Chillán un cuadro con imágenes de su paso por el equipo y el Cacique llegó con un hermoso banderín con las copas que ganó en el elenco de Macul. ¿Lo mejor? Al recibir el regalo, Julio Barroso se quebró y besó el escudo de Colo Colo.
Julio Barroso, un defensa que marcó época en Colo Colo
A comienzos del año 2014, el Popular daba inicio a un nuevo proceso comandado por Héctor Tito Tapia en la banca del Cacique. Tras cerrar un interinato a finales del 2013, el canterano Albo le entregó una positiva imagen a un equipo que veía en picada. Un plantel joven, necesitaba experiencia y voz de mando en el once titular.
En ese sentido, era fundamental reforzar la defensa del Popular. ¿El escogido? El patrón de la defensa de O’Higgins de Rancagua, el último campeón del fútbol chileno en la temporada 2013. Barroso arribó a Macul y de inmediato comenzó a marcar su talento.
Apenas seis meses en el club le bastaron para consagrarse campeón con el Eterno Campeón. De esta manera, se daba inicio a un camino que estuvo plagado de éxitos y títulos. Durante ocho temporadas con el Popular, consiguió un total de siete títulos.
A comienzos del año 2021 y tras que el equipo se salvara de manera agónica del descenso, la dirigencia Alba tomó la determinación de renovar la plantilla. En ese sentido, el contrato de Barroso no fue renovado, pese a la insistencia de Quinteros para contar con su presencia. De esta manera y casi por la puerta de atrás, Julio Alberto ponía fin a su increíble paso por el club más grande del país.