Este 14 de febrero se celebra el día de los enamorados. Para el colocolino, una fecha especial para recordar los actos de amor por el club que han hecho varios ídolos a lo largo de la historia. Algunos más lejanos en el tiempo y quizás otros más recientes.
Pero sin duda que uno de los que, a lo largo de los años, ha quedado marcado a fuego en el hincha colocolino, fue el día en que Iván Zamorano, tras una notable carrera en el fútbol extranjero, decidió volver al Cacique en una época en que el club no tenía el dinero para pagarle.
Zamorano, de esa forma, cumplía la promesa empeñada a su padre. Previo a su fallecimiento, un joven Bam Bam le señaló que algún día jugaría por Colo Colo, club del cual su progenitor era hincha. Y tras un par de temporadas en el América de México, decidió que era el momento.
“Este es un sacrificio que tenía que hacer. Es uno de los días más importantes de mi vida. Colo Colo para mí es un desafío, porque es algo que amo. Vamos a tratar por todos los medios de seguir engrandeciendo esta institución y llevarla al sitial que se merece en el fútbol suramericano”, señaló el Bam Bam en su llegada.
Zamorano llegó a un plantel joven, que venía de consagrarse campeón en el Torneo de Clausura 2002 en pleno proceso de quiebra. Bam Bam, que ganaba un sueldo millonario en México, acordó que su sueldo sería repartido entre los trabajadores del club.
Zamorano y su retorno al Monumental
Su primer partido fue histórico. Anotó dos goles, a los 38′ y 52′, desatando la celebración de los cerca de ocho mil espectadores que llegaron al Monumental. Sin embargo, pese a ese debut, los seis meses con la camiseta de Colo Colo no fueron fáciles.
Iván Luis sufrió con las lesiones que ya lo tenían a maltraer desde sus años en Europa, por lo que solo pudo jugar 18 partidos en ese semestre. De cualquier forma, sus cifras fueron más que positivas, anotando ocho goles en total y dando dos asistencias.
Tristemente, su paso quedó marcado por el final ante Cobreloa. Se fue expulsado tras un empujón a Carlos Chandía y sufrió una fea sanción. De cualquier forma, tiempo después el propio jugador señaló que se iba a retirar y que era una decisión tomada.
De cualquier forma, hasta el día de hoy se recuerda a Zamorano y su retorno al club en la época de quiebra. “Jugué gratis, sí. Pero yo lo sentía así. Para mí, mi paso por Colo Colo no tenía que ver con un regreso para ganar plata o llenarme los bolsillos“, contó tiempo después.