No ha sido una temporada sencilla para Colo Colo. Las irregularidades, bajos desempeños de los refuerzos y las lesiones han sido un verdadero dolor de cabeza para Gustavo Quinteros y su cuerpo técnico.

Finalmente, y luego de muchos meses, el entrenador Albo cuenta con defensa completa para los puestos de marcador central. Emiliano Amor fue inscrito para el segundo semestre, mientras que Maxi Falcón ya cumplió las fechas de suspensión. Lindo problema para Quinteros.

Las alternativas para ser central

Tras una larga recuperación, Emiliano Amor se encuentra disponible y se suma como alternativa para el entrenador argentino. El central del Cacique se mete de lleno en la lucha para conseguir un puesto como titular y volver a ser el líder de la defensa.

Uno que no ha tenido su mejor año es Maximiliano Falcón. Expulsiones y malos rendimientos han marcado una temporada irregular para Peluca. No obstante, Maxi siempre le ha entregado un valor añadido al equipo y una impronta característica de él.

Llegó como titular y de a poco fue perdiendo terreno. Ramiro González arribó al Cacique con el plus de no ocupar cupo de extranjero y si bien en un comienzo se estableció como titular, su desempeño nunca fue positivo. Pese a todo, en las últimas fechas, Ramiro no ha desentonado y contra Huachipato tuvo un correcto rendimiento. El ex Unión Española buscará ser una carta fija para Quinteros.

Durante una temporada siempre hay sorpresas. El uruguayo Alan Saldivia tuvo su oportunidad en medio de diferentes lesiones y pese a su poca experiencia, ha estado a la altura de las circunstancias. Hoy por hoy, el joven marcador central se ha alzado como uno de los fijos en el esquema del Cacique, por lo que su salida sería llamativa.

Por último, está el caso de Daniel Gutiérrez. El canterano de Colo Colo nunca ha podido llenar el gusto del estratega del Cacique. Su baja estatura le ha jugado en contra para poder desempeñarse como central, sin embargo, las veces que ha sido requerido, su rendimiento fue prenda de garantía.

De esta manera, Gustavo Quinteros y su cuerpo técnico tendrán un problema que la mayoría de los entrenadores quiere tener: contar con diferentes variantes para tan solo dos puestos.