Colo Colo se proclamó campeón de la Copa Libertadores 1991 aquella noche del 5 de junio. Cuando sonó el pitazo final en el Estadio Monumental, todo un país comenzó a celebrar aquella hazaña que no se ha logrado repetir en 32 años. Con un Chile volviendo a la democracia, los Albos hicieron llegar una nueva alegría al pueblo nacional que veía cómo el Cacique se elevaba en la gloria.
Todos festejaron, incluso, hinchas reconocidos de otros equipos. Fue el caso, por ejemplo, del expresidente Patricio Aylwin. El fallecido mandamás de la República era hincha confeso de Universidad de Chile y, de todos modos, ofreció una cena de reconocimiento al plantel campeón del torneo continental sin saber que se llevaría un gran regalo.
El desconocido regalo que recibió Patricio Aylwin del Colo Colo campeón de Copa Libertadores
Fue Marcelo Oyarzún quien, en diálogo con La Tercera, reconoció lo que había hecho. El ex preparador físico del Cacique era admirador del entonces mandatario y no se le ocurrió nada mejor que regalarle su medalla de campeón.
“No soy político. A don Patricio lo admiraba por lo que lideró. Por llevar al país a la normalidad. Se me ocurrió en el momento y me la jugué. (Peter) Dragicevic, (Eduardo) Menichetti y (Jorge) Vergara no lo compartían, pero para mí era un honor. Tenía 28 años y había vivido el proceso del plebiscito como profesor universitario. Participé de la idea del No, voté No y, después, que Aylwin fuera elegido presidente fue una gran alegría”, recordó en dicha entrevista.
Sólo el círculo del fallecido jefe de Estado. En medio de la ceremonia, el PF se levantó de su puesto para ir donde estaba sentado Patricio Aylwin. Una vez allí, le pidió “permiso al edecán y le entregué mi medalla. Era la primera vez que estaba en La Moneda y entré cargado de muchas sensaciones. Cuando me acerqué a él, le dije que era el preparador físico del plantel. Le planteé que me gustaría que recibiera este regalo, que era lo más preciado que tenía en lo material”.
No obstante, recibió la negativa del Presidente. Aylwin se excusó “por la importancia que tenía para mí, lo consideró improcedente. Ahí le pedí ayuda a la señora Leonor. Le comenté que compartíamos el apellido. Le insistí en que era algo muy personal y en que no se preocupara, que nadie se había dado cuenta. Y hasta hoy (entrevista dada en el año 2016), fue así”, finalizó.