La no clasificación al último Mundial dejó heridasen el camarín de la Roja, especialmente por los dichos de Carla Pardo, esposa de Claudio Bravo, donde apuntó sobre la falta de compromisos de algunos integrantes de la selección chilena en sus redes sociales.
Esto provocó un quiebre entre Arturo Vidal y Claudio Bravo, donde el King sentenció que nunca más serán amigos. “Yo soy una persona real. Los códigos los conozco y respeto a mis compañeros. Cuando los triunfos están somos todos amigos, y cuando se pierde se pierde la amistad y lealtad. Hemos estado en la Selección, pero amigos no seremos nunca más”, expresó.
Claudio Borghi conoce en profundidad a los dos, ya que no sólo los tuvo en Colo Colo, sino que también cuando era DT de la selección chilena y no dramatiza con el hecho de que no haya amistad entre dos de los máximos estandartes de la generación dorada.
“En la viña del Señor hay de todo. Los jugadores dicen que ‘el grupo’ y en un grupo hay de todo. Edades, educación, forma de ser. La mayoría de mis compañeros eran más educados que yo y otros menos, imagínese lo que eran esos huevones. Tuve compañeros con los que no me hablaba salvo que me dijeran ‘guatón, marca acá’. Después en la semana, nada. Pero se puede convivir”, dijo en Todos Somos Técnicos de CDF.
El Bichi profundizó y cree que esta disputa va más allá de que se haya fracturado la confianza entre ambos. “No me preocupan las pocas amistades, sí los egos. Hay un dicho que dice que cuando una persona puede manejar su ego, está bien; pero cuando el ego maneja a la persona, es complicado. Creo que es una pelea más de egos que de amigos y eso para mí es difícil. Siempre hay algo más profundo”, explicó.
Respecto a los dichos de Vidal sobre los códigos de un vestuario, señaló que “dice algo muy duro: ‘yo sé respetar los códigos’. Para mí los códigos no existen, eso es de mafiosos. Para mí. Es ética lo que perdura en las personas y lo que hace crecer o no. Me imagino que sus viejos le dieron ética, la puede mejorar, el problema es si la empeora”.
Marcelo Vega complementó su experiencia como jugador de selección con lo analizado por Borghi. “No afecta en nada. Yo tuve compañeros que me caían pésimo o que yo les caía pésimo. Yo era pesado en la cancha, no de gordo, pero complicado. Entrenábamos tanto y equivocarnos el fin de semana me complicaba. Eran cosas que eran fáciles y las terminaban haciendo muy mal”, cerró.