Gabriel Suazo es el máximo referente de este Colo Colo. El Capitán del Cacique ha completado una tremenda campaña que ha significado el interés de variados clubes en el extranjero. Junto con lo anterior, vive momentos claves para abrochar su renovación en la tienda alba y, así, dejarle réditos económicos a la institución que lo formó.

El Popular ha acompañado toda la vida a Gabi. Desde que era un niño, siempre se dedicó a jugar fútbol y, su primera escuela, fue Colo Colo Cordillera. Así lo detalló en una entrevista concedida a Tribuna Andes.

 “Me encantaba jugar fútbol. Mi mamá decía que me levantaba y a las 8 de la mañana iba a buscar a los amiguitos para jugar. Colo Colo Cordillera fue mi primera escuelita, del profe Jorge Ramírez, con quien aún tengo contacto. Jugamos una semifinal y la final fue con Colo Colo Monumental, en el estadio”, contó Suazo.

Ese partido fue importantísimo para el pequeño Gabriel que, en ese entonces, ni se imaginaba llegar a ser el Capitán de Colo Colo. “Ahí me vieron, un sábado. Vi a todos los jugadores de ese tiempo: Chupete (Suazo), Matías Fernández, Gonzalo Fierro, justo era 2006. En la final me vio el Rambo (Marcelo) Ramírez y le dijo al Chano (Lizardo) Garrido. Siempre me pedían el carnet de identidad, para saber si tenía la edad reglamentaria, sacaba diferencia. El Chano habló con mi padre y le dijo que viniera a probarme martes y jueves. En ese tiempo no estaba mi categoría, la 97, solo la 96, con Bryan Carvallo, Jorge Araya”, recordó.

Ya en el fútbol joven, fue en el año 2015 cuando Gabi subió al primer equipo de la mano de José Luis Sierra, es por esa razón, que el lateral izquierdo lo tiene muy bien considerado y guarda muy buenos recuerdos de él.

“Si uno se fija, al Coto le fue muy bien en todos los equipos. Acá fue campeón y segundo, finalista de la Copa Chile. Tengo muy buenos recuerdos de él. Si bien no participé tanto, fue quien creyó en mí, al subirme al plantel y darme la oportunidad, en un momento en que había jugadores con 15 años que ya estaban en el plantel. Yo tenía 17, casi para 18 y ni siquiera asomaba para los entrenamientos del primer equipo. Uno se empieza a cuestionar, a preguntarse cosas, porque siempre fui proyección de Colo Colo. Es un entrenador que siempre estará en mi recuerdo”.

Esos días fueron difíciles para Gabriel Suazo, ya que “veía muy lejano el plantel. Me preguntaba por qué él sí y yo no. Cuando el Coto me ascendió, mi padre me dijo que esto no era una carrera de cien metros, sino que un maratón, que debía ser constante”.

Por último, recordó sus variadas posiciones en la cancha. Es que, tal y como nos tiene acostumbrados hasta el día de hoy, el ’17’ siempre se caracterizó por su polifuncionalidad.

“Era volante por la izquierda, pero pasé por todas las posiciones. De extremo, después de 10, luego de volante central y de lateral izquierdo. Con Claudio Rojas, en línea de tres, me puso de stopper por la izquierda. Él me marcó mucho también, porque me enseñó a marcar, los perfiles. A la larga, esto me ayudó mucho en mi formación. Con Pablo Guede jugué una vez de stopper, contra Palestino en Concepción”, cerró.