Finalmente, Colo Colo no logró amarrar otro refuerzo y sólo Iván Rossi se sumó como incorporación para este segundo semestre. Se intentó con Leonardo Valencia y Martín Rodríguez, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.

 

El Cacique tenía todo cerrado con el Leo, las partes ya habían arreglado el sueldo y un contrato de tres años con el ex de Palestino. Además, tras un acuerdo con Botafogo, el pase quedaba en poder del jugador y la negociación parecía más sencilla.

Estaba listo, pero Fernando Felicevich, su representante, se inventó a último momento una cláusula donde él podía llevárselo por 500 mil dólares tras 12 meses y si el club quería retenerlo, tendría que pagarle ese monto.

Esto fue rechazado de manera tajante por Blanco y Negro. Habían dado todas las facilidades para que el jugador tuviera el pase en su poder y al final resulta que si lo traían iban a tener que estar dispuestos a pagar la cifra impuesta por su agente.

Se cayó todo en la noche del miércoles, sólo quedaba un día de acción, por lo que se jugaron sus últimas cartas para concretar la llegada de Martín Rodríguez. Había sido ofrecido a otros clubes nacionales, pero el actual jugador de Pumas dijo que en Chile sólo jugaría por Colo Colo.

Es por eso que activaron esta operación relámpago pero poder traerse al extremo, pero implicaba poner de acuerdo en tiempo récord a Colo Colo con Pumas de México y el representante. Lo lograron, llegaron algunos documentos, pero faltaron otros y no alcanzaron a inscribirlo con todos los papeles a las 18:00 horas (finiquito de su antiguo club, contrato nuevo, etc).

Algo que por el contexto del escenario era lógico, se habían quedado contra el tiempo. Colo Colo finalmente se quedó sin refuerzo y Martín Rodríguez, sin lugar en su actual equipo, corre riesgo de quedarse prácticamente sin jugar todo el semestre.