Nadie puede discutir que Gonzalo Fierro es un histórico de Colo Colo. Defendió por más de diez años los colores del Cacique en sus dos períodos, donde fue campeón en nueve oportunidades, estando en tres ciclos simbólicos para los hinchas: El título de la quiebra, el tetracampeonato y como el capitán que levantó la estrella 30.

Su historia de amor con el Cacique comenzó el mando de Jaime Pizarro, en un partido ante Cobreloa donde le tocó reemplazar a Marcelo Espina, siendo parte del plantel que ganó el título de la quiebra el 2002. En sus inicios era delantero, incluso hizo dupla Héctor Tapia, quién un par de años sería su entrenador.

El año 2006 sería su consagración bajo la tutela de Claudio Borghi. Al principio parecía que quedaba relegado a la suplencia, ya que llegaron Humberto Suazo y Héctor Mancilla como delanteros, pero fue reubicado como carrilero y no soltó más su lugar en el once.

No comenzó de titular, pero tras una serie de pruebas que hizo el Bichi se quedó como titular en desmedro de Álvaro Ormeño. Era un agente de constante peligro gracias a sus buenos centros y pegada (convirtió 9 goles), además de su buena sociedad con Jorge Valdivia, a quién conoce desde cadetes.

Fue tetracampeón siendo fundamental en todos los títulos. Tras atraer el interés de varios clubes, es transferido al Flamengo, club donde no tuvo mucha regularidad. Pudo ir a Boca Juniors por pedido de Claudio Borghi, pero no pasó los exámenes médicos.

Finalmente retorna al Cacique el año 2012, aunque vivió varias complicaciones debido a la inestable situación deportiva, siendo humillado por sus rivales y viendo como en cada temporada se hablaba del peor Colo Colo d la historia.

Todo eso cambió con la llegada de Héctor Tapia, quién le sacó el mejor rendimiento a Fierro desde su regreso, ubicándolo como lateral derecho. Se reencontró con el buen fútbol y heredó el brazalete de capitán dejado por Luis Mena, que le permitió levantar la anhelada estrella 30.

Tras la salida de Tapia, se mantuvo en la titularidad bajo el mando de José Luis Sierra, donde volvió a ser campeón.

La llegada de Pablo Guede cambiaría para siempre la situación de Fierro en los albos. Comenzó de titular, pero no convenció al argentino, por lo que pasó a ni siquiera ser citado en muchos encuentros, generando la molestia de los hinchas.

Su protagonismo bajó considerablemente en el equipo, si bien jugó más con el regreso de Tapia a la banca colocolina, no volvió a ser el de antes y el club decidió no renovarle su contrato. Se fue de los albos siendo el tercer futbolista con más partidos disputados (471) y también como el séptimo máximo artillero histórico del club con 106 goles.

Dejó el club de toda su vida con evidente molestia "Esperaba irme de otra manera. Sabía que me iría del club algún día, pero como quería y no se pudo. El respeto tiene que estar antes, me formé en Colo Colo, amo al club como todo hincha", se lamentaba tras su partida.

Es un jugador que estuvo a la altura de lo que exige Colo Colo, mojándola como un hincha en la cancha, con un tremendo poder goleador y dando la cara en los peores momentos. Campeón en la quiebra y tetracampeón, lo que hizo jamás se debe olvidar. Feliz cumpleaños Gonzalo Fierro.