El miércoles 29 de marzo se llevó a cabo una nueva reunión del directorio de Blanco y Negro, la cual era la última instancia para que un director presentara su renuncia y de esa manera forzara a nuevas elecciones de presidente y vicepresidente de la concesionaria. Esto finalmente ocurrió con la salida de Fernando Arab, abogado y ex subsecretario del Trabajo que pertenecía al bloque de Aníbal Mosa.

Lo ocurrido es un indicio claro de los deseos del empresario de retomar el cargo que ocupó en dos períodos. El 21 de abril se realizará una nueva junta de accionistas en la que puede haber grandes cambios en la composición de la alta mesa directiva, lo que incluiría la salida anticipada de Alfredo Stöhwing de la presidencia, cuyo ciclo debía ser de tres años.

El rol del CSD Colo Colo

No obstante, en el panorama actual, el puertomontino no cuenta con los cinco votos que necesita para asumir la presidencia de la sociedad anónima que administra los destinos de Colo Colo.

En ese sentido no parece muy factible que pueda negociar una alianza con el bloque de Leónidas Vial para formar un cogobierno de consenso. En ese sector hay mucha molestia por esta nueva maniobra de Mosa que vuelve a cortar un ciclo presidencial en Blanco y Negro, que hoy es liderada por un integrante de dicho grupo. De momento no se sabe si respaldarán la continuidad de Stöhwing o levantarán una nueva candidatura.

Por eso, gracias a sus dos representantes en el directorio, hoy el CSD Colo Colo toma nuevamente un rol decisivo en las elecciones. Si bien en el pasado apoyaron al empresario de origen sirio, también está muy fresco el recuerdo de cómo otra de sus jugadas terminó con la salida de Edmundo Valladares de la testera, a pesar de que su gestión era muy valorada por los hinchas.

Sin embargo, tampoco existe una cercanía con el bloque Vial, ya que en el pasado encabezaron una demanda que pretendía eliminar la votación de sus directores en Blanco y Negro. Este litigio fue ganado por el Club Social, lo que a su vez le permitió conservar a sus ramas deportivas, pero significó que nunca dieran su respaldo al grupo liderado por el empresario bursátil.

Lo cierto es que desde hace un tiempo que la corporación tiene un rol mucho más preponderante en las decisiones. Los dos bloques controladores saben que para tener mayoría en las decisiones y gobernar con tranquilidad, necesitan del apoyo del Club, por lo que se ven forzados a negociar con la directiva que hoy preside Matías Camacho.

Se vienen semanas muy convulsionadas que puede terminar con cambios profundos en la composición de la mesa de Blanco y Negro. Todavía no hay certeza de que grupo será el encargado de liderar los destinos de Colo Colo por un período de tres años, siempre y en el proceso no haya otra renuncia de un director.