Hasta comienzos de este año, la falta de extremo penaba en Colo Colo y eso volvía el equipo más predecible en ofensiva. No habían punteros que se atrevieran al duelo individual, ni hombres que se llevaron a los contrarios en velocidad.

Eso lo tenía claro la dirigencia y es en esa zona donde priorizó la búsqueda de refuerzos. Regresó Marcos Bolados de su préstamo en la UC y se trajo a Gabriel Costa junto a Juan Carlos Gaete, aunque este último finalmente no jugó por el Cacique.

La partida de Damián Pérez abrió la opción de buscar otro extranjero y el elegido fue Pablo Mouche, quién de inmediato se hizo notar, al punto de ser el mejor del equipo durante el primer semestre y por rendimiento parece ser el único indiscutible en el ataque albo.

A ellos se sumó una variante con la que que quizás el técnico no contaba al inicio y es Iván Morales. Para muchos el Tanquecito es un 9 de área, pero desde la sub 20 se acostumbró a la banda y lo ha hecho de gran forma, aportando potencia y llevándose a los contrarios con su velocidad. Su buen momento lo tiene en la mira de varios clubes extranjeros.

Un lindo problema se encuentra Mario Salas, ya que Gabriel Costa ha dado indicios de estar más adaptado y Marcos Bolados volvió en gran forma, siendo un abrelatas en momentos complejos del partido como ante Puerto Montt por Copa Chile.

Por ahora, los costados y la falta de velocidad no parecen ser un problema en el ataque de Colo Colo, una muy buena noticia.