El Almirante Barroso fue el primer refuerzo en llegar a Colo Colo para conseguir la anhelada estrella 30 y fue fundamental desde el primer minuto, afirmando una defensa que por años había sido un calvario para los hinchas.

Pasaron nombres como Agustín Alayes, Pablo Contreras, Damián Malrechauffe, Leandro Delgado, Nelson Cabrera, sólo por nombrar algunos que dieron más pena que gloria.

Todo eso cambió con la llegada del ex O'Higgins, quién se ganó una camiseta titular rápidamente y se volvió en el líder de la zaga que compartió con Christian Vilches. 

Fundamental fue en ese período el trabajo de Miguel Riffo. Inculcó la salida limpia desde el fondo, empezando por los pies del argentino y ayudó mucho a que el equipo tuviera mayor posesión que sus rivales.

La solidez defensiva que le dio al Cacique, permitió que desde el 2014 estuviera en la pelea por la mayoría de los títulos disputados, tras años donde en cada torneo se hablaba si estábamos en presencia del peor Colo Colo de la historia. Fue campeón en tres oportunidades del Torneo Nacional, además de una Copa Chile y dos supercopas.

Le ha ido muy bien en los clásicos, donde sólo ha caído en dos ocasiones (todas ante la UC). Incluso se dio el gusto de anotarle a la U en el Estadio Monumental.

Dueño de una gran anticipación, salida pulcra y mucha personalidad, atributos que hicieron del Almirante uno de los preferidos de los hinchas a pesar de protagonizar varias polémicas. Muchos lo recordarán tras el duelo con Corinthians donde siguió jugando con la nariz rota.

La última renovación de contrato es un justo premio por lo que ha dado, ha sido uno de los mejores refuerzos de los últimos tiempos y porque pese a tener varios problemas físicos, aún está vigente para lo que necesita Colo Colo. Feliz cumpleaños Julio Barroso.