Leandro apenas estuvo unos ocho meses defendiendo la camiseta de Colo Colo, tiempo más que suficiente para dejar ese 2005 en el Monumental como uno de los momentos más maravillosos de su carrera.

El brasileño lamentablemente tuvo que partir al ser uno de los responsables de la eliminación del Cacique en el torneo de Clausura de ese año, cuando en una definición a penales ante La Serena falló su disparo marando el adiós del popular a la opción de ser campeón apenas en los cuartos de final de los playoffs.

“Era muy joven y lo sentí mucho porque Colo Colo quedó eliminado. Me marcó, y por eso preferí volver a Brasil. El resto del equipo se quedó y siguió adelante. ¡Y llegaron a la final de la Sudamericana! Creo que debí aguantar y seguir firme para dar la vuelta en Colo Colo. No haber seguido es el mayor dolor de mi vida. Después me costó mucho volver a un equipo tan grande”, señaló Leandro en conversación con el sitio AS Chile.

Sobre sus opciones de volver en años posteriores, el brasileño afirmó que “lo pensé de todas maneras. El 2008 y el 2009. Necesitaba esa revancha en Colo Colo. Yo solo estuve 8 meses, pero tengo un cariño enorme por el club. Pero como te digo, cuando fallé ese penal, no tuve la fortaleza de soportar la presión porque hubo muchas críticas de la prensa. Me afectó mucho”.

Además, se dio el tiempo de hablar de los albos con los que le tocó compartir en ese 2005 en el Cacique. “(Matías) Fernández es un genio. Yo esperaba más de él en los equipos de Europa, pero tuvo muchas lesiones. (Claudio) Bravo también llegó lejos, y es uno de los mejores arqueros de la historia de Chile. Compartía con todos, porque siempre íbamos a comer. (Jorge) Valdivia es un loco, es mágico… tengo una anécdota con él”, declaró.

“Cuando se vino a jugar a Brasil, lo primero que hizo fue llamarme. Nos hicimos muy amigos y lo ayudé en todo lo que pude. Salíamos a comer y conocí a su esposa. Nos divertimos mucho con Jorge. Es un tipazo. Luego, cuando se fue al Medio Oriente, perdimos el contacto”, concluyó Leandro.

Leandro actualmente se encuentra trabajando en una academia en su natal Brasil, específicamente en Pouso Alegre, donde enseña a niños a jugar fútbol y que crezcan en educación.