No cabe duda de que lo visto en Matías Fernández en el 2006 fue de lo mejor de un jugador chileno en la historia de nuestro balompié, siendo el emblema de un Colo Colo que jugaba mejor que todos y que se ganó un respeto a nivel internacional que hasta el día de hoy no se iguala.

Si hay un momento clave que grafica el nivel del 14 de los blancos en esa temporada fue el golazo que le hizo a O’Higgins de Rancagua en el Clausura 2006, un tanto que en esta jornada cumple 14 años de vida.

El 9 de agosto de 2006 el equipo de Claudio Borghi se impuso por 4-1 a los rancagüinos con un doblete de Humberto Suazo, un tanto de Gonzalo Fierro y un golazo “Maradoneano” de Matías, quien tomó la pelota en campo propio para acumular rivales, eludirlos y rematar una jugada con un tanto de antología.

Esa jornada tuvo a Colo Colo con Alex Varas en el arco; David Henríquez, Luis Mena y Arturo Vidal (Andrés González 89') en defensa; Gonzalo Fierro, Arturo Sanhueza, Rodrigo Meléndez, José Luis Jérez (Álvaro Ormeño 78') y Matías Fernández en el mediocampo; Humberto Suazo y Alexis Sánchez (Miguel Caneo 85') en el ataque.

Ese gol fue clave para el 14 de los blancos, ya que empezaban a caer algunos cuestionamientos sobre si era capaz de tomar la posta dejada por Jorge Valdivia, quien había partido al Palmeiras meses atrás. Su golazo tapó varias bocas y fue el envión anímico necesario para lo que veríamos después.

Ese equipo terminaría por consagrarse campeón del Clausura 2006 y alcanzando el subcampeonato en la Copa Sudamericana. Matías no paró más de sorprender a propios y ajenos, lo que le valió ser premiado como el Mejor jugador de América de ese año, todo un hito para nuestro fútbol, ya que fue el primer jugador nacional en ganar ese galardón jugando en Chile (Elías Figueroa lo ganó jugando en Brasil y Marcelo Salas en Argentina).